viernes, 7 de diciembre de 2018

Ourense durante la guerra del 14

Auria en la Gran Guerra (1914-18)
Pinceladas de historia
1914 Hotel Roma, junto al  Hotel Miño se encargaba de dar un aire de modernidad y clase a nuestra  Auria Bella (Rev. Vida Gallega)
    En ocasiones se nos hace complicado imaginar que pasaba en nuestra Auria, en momentos cruciales de la historia; lo acontecido durante la fratricida guerra civil más o menos lo conocemos, los juicios en el Instituto, las prisiones de Osera y Celanova, etc. etc.  Sin embargo otros momentos son totalmente desconocidos para la mayoría de nosotros; ya no me voy a remontar a la “invasión” de los vikingos, ni a las frecuentes incursiones de los ejércitos moros, ni siquiera el paso de los franceses e ingleses arrasando por nuestras tierras.
     Os suena la Gran Guerra???, si,  una terrible guerra, que su sucesora , la conocida como 2ª guerra mundial, relego al olvido, dejando “pequeños” los terribles números que indican la muerte, destrucción y dolor que produjeron.  Pues hoy vamos a realizar un pequeño repaso a lo que se vivía en nuestra Auria durante ese periodo.  Os recuerdo que comenzó en julio del 14, (de ahí su nombre más recordado: la guerra del 14) y se sufrió hasta noviembre del 18 hace ahora 100 años. Ya os adelanto que los problemas propios no dejaban mucho tiempo para preocuparse por los del resto del mundo.
    Comenzó el enfrentamiento, cuando la ciudad aun se recuperaba de las celebraciones organizadas para dar la bienvenida a  la Infanta Isabel, hermana del rey Alfonso XII, aquel 17 de junio de 1914 la infanta se alojaba en el recientemente inaugurado Gran Hotel Miño (Calle del Paseo).
Durante el tiempo que se prolongo el conflicto, el puente de hierro se convirtió en una de las principales atracciones de la ciudad, el trabajo de las grúas y barcazas que poblaban las riberas del Miño llamaban la atención por su complejidad; y parecía que los ingenieros competían con los militares en acabar su trabajo antes de que terminara la guerra, finalmente aunque solo por meses pero lo consiguieron.

1915, las obras del puente de hierro atraen la atención de los ourensanos (Foto Pacheco)
   La principal baza de progreso de Ourense era su altísimo nivel cultural, tal vez si el panorama internacional fuera otro…  La escuela normal de maestros presentaba un elenco de profesores  (1915), que difícilmente se podría  repetir, de manera individual siempre es posible que surjan genios, pero que se reúnan tantos personajes de tal nivel es algo complicado:  Emilio Amor Rolan, Vicente Risco,  Luis Xesta,  Ramón Gutiérrez  Parada, Antón Losada Diéguez,  Emilio Vázquez Pardo, Rogelio Núñez de Couto…. Y los que en breve se les unirían: Otero…..



    La crónica negra nos hablaría del terrible accidente ferroviario que en 1915 segó la vida de 18 ciudadanos y dejo a otros 20 heridos de gravedad;  la mayoría pertenecientes a la compañía de zarzuela de Félix Angolotti que acababan de actuar en Ourense.
   En 1918  Blanco Amor quiso  posar delante del monolito dedicado a Curros en las riberas del Miño,  tuvo que andar raudo, porque según parece las aguas del rio decidieron guardarlo solo para ellas; ese mismo año se inauguraba (por primera vez) el dedicado a nuestro bardo Lamas Carvajal, este corrió mejor suerte en cuanto a duración, ya que sigue a día de hoy entre nosotros, eso si después de varios cambios de lugar e incluso de “fisonomía”, el monumento nació  con un pedestal diseño de Jesús Soria  que años después se sustituyo por otro más elaborado.

  
1918 busto de Lamas con pedestal de Jesús Soria
 (Rev. Vida Gallega)

    En la ciudad de aquellas se producían buenos caldos que desgraciadamente no contaron con la promoción que debían y que hubiera supuesto un empuje económico para la provincia. De alguna manera para muchos ya se habían convertido en un medio de vida, al estilo que años después y en otro volumen la gente se iba a vendimiar a Francia, en Ourense también recibíamos vendimiadores de todo el entorno; se realizaron incluso infraestructuras (hoy desaparecidas) para alojar a esos trabajadores, las “alejadas” tierras del parque de San Lázaro,  la finca Bartolo debajo de Ponte Pedriña y el final de Ervedelo eran tres de los puntos que se llenaban de trabajadores temporeros, (¡bueno!, no sé porqué, pero finalmente estaban ocupadas esas viviendas precarias todo el año ….).
    La falta de espacio como siempre  me obliga a dejar muchísimos datos en el tintero,  pero no puedo dejar  de citar la que fue una  de las peores catástrofes sanitarias de nuestra historia, la epidemia de Gripe del 18, especialmente virulenta en nuestra provincia. 

(Tenéis dos fantásticos trabajos sobre este tema: la "Gripe del 18" obra del doctor David Simón Lorda uno y del profesor Juan Carlos Sierra el otro que podéis leer en estas dos páginas web.


1918 Los funcionarios del servicio de Correos estrenaban uniformes
 (foto Antonio Mouriño)