lunes, 22 de octubre de 2018

En el 63


Han cambiado de ubicación pero continúan abiertos en manos de los herederos de los primeros propietarios. Miño (1949) Casa de los lentes (1905)

    Hace unos días el amigo Nespereira me pidió que escribiera unas letras para situarnos en la historia de nuestra calle comercial por excelencia: El Paseo, para de alguna manera hacer un reconocimiento público a los empresarios ourensanos que han conseguido permanecer activos desde….     
    Con mucho gusto lo hice, pero al mismo tiempo me dejo un extraño “sabor de boca”.

¿Qué quiere decir que sean muy pocos los negocios que conoces de siempre???.

     La respuesta no es sencilla, ya que muchos se lanzaran a temas económicos, teorías de mercado, etc., etc., etc.  Sin embargo hay una poderosa razón que es la que a mí me “preocupa”: El paso del tiempo…, y lo mismo que nosotros nos hacemos mayores, los negocios también. Que de cuando nací solo queden estos negocios es porque me hago mayor...

   Para que os hagáis una idea de porqué me hago estas peregrinas reflexiones y  aprovechando una revista que me  facilito el amigo Emilio Peleteiro, os muestro los únicos  supervivientes del comercio Ourensano de 1963.

En la revista Mirador Galaico que publicaba la desaparecida “Publicidad Central”, de entre mas de 100 anunciantes, solo quedan abiertos los que aquí veis: 




Almacenes Miño, hoy en la entrada de Ervedelo. La Casa de Los Lentes, probablemente la mas antigua de todas las empresas ourensanas, (continua manteniendo el primer local,que se abrió en la Plaza Mayor, pero permanece cerrado, quizas algun dia....),  José Luis Pérez, en aquel año 63 aún no había perdido su nombre y apellidos, pocos años después, para todo Ourense,seria Jolper. La Joyería Sierra llevaba unos cinco años con su local abierto, pero ya era uno de los referentes del comercio ourensano. Y por último, el Pingallo; realmente no es muy justo que figure en esta lista, pero se trata de un caso especial, los dueños han sido unos cuantos, y lo que únicamente ha resistido el paso del tiempo, es la ubicación y el nombre. Sin embargo el amigo Alberto y su padre José Luis, han intentado respetar la esencia del negocio y mantienen  un nivel de calidad muy alto que en mi opinión les hace merecedores de figurar en el listado. (además así algo me caera por la patilla en la próxima visita, ¿una necorita???)