Por lo que yo sabia de la foto, el nombre del personaje era Celso Gabarri Montoya, y se trataba de un "superviviente", que malvivía en las riberas del Barbaña con su familia y como principal ocupación tenia la de "Gorrión", que como sabéis es como se llamaba a los vendedores callejeros de periódicos.
El caso es que en estos días encontré entre los artículos del gran Álvarez Alonso, uno que me lo recordó, y por ello se me ocurrió escribir este post, en el que junto personaje con historia; no puedo afirmar que sean la misma persona, de hecho yo mismo lo dudo, pero observando la foto y leyendo el texto de Alonso creo que se puede imaginar como era la vida de estos chicos en aquellos no tan lejanos años 50....
“Sobre la Marcha” Un “Kubala” orensano
Aquel pequeño vino a
darme el tema cuando más necesitado estaba de temas. Entro en la redacción con
un trozo de papel por delante que me tendió a la vez que me miraba con cierto aire
de confusión.
--¿Podría ponerse esta
nota en el periódico?
La recogí y leí el
contenido: “El Pequeño Beloz, recta al Pequeño Cisneros para
jugar el próximo domingo...”. La nota daba a continuación los nombres de toda
una serie de grandes ases del equipo retador, entre los que figuraban: “Puchades”,
“Zarra”, “Moloni” y otros menos sonados en la jerga del fútbol nacional, pero
posiblemente archiconocidos en la del fútbol de barrio: Chicho, Tito,
Pacolas... El muchacho esperaba contestación.
--¿Podrá salir mañana?.
– ¿Para qué tan pronto?
Es que después dicen que no los avisamos a
tiempo.
--Hombre de aquí al
domingo...
-- Aun tenemos que
entrenarnos... ¿sabe?
-- ¿Tenéis entrenador?
--Pues claro ¿Qué equipo
no lo tiene?
-- ¿Qué Tal es?
-- Muy bueno. Pero ya es
viejo. Nosotros le llamamos el “viejo cubano”.
-- ¿Por qué?
-- ¡Bo! ¿Por qué va a
ser? Pues porque jugó muchos partidos en Cuba.
-- ¿Cuándo la guerra?
El rapaz se me queda
mirando con los ojos muy abiertos. A lo mejor se cree que yo le hablo en son de
broma. Lo cierto es que ya estaba pensando en un reportaje cuyo título seria: “Un
superviviente de la guerra de Cuba entrena a un equipo infantil”.
-- ¿Tenéis balón?
-- Si. Lo compramos a
escote.
-- ¿entre cuantos?
-- Entre unos veinte, El
que más, dio un duro
-- ¿Tenéis las
camisetas?
-- Ya las tenemos cinco;
pero el domingo que viene la tendrá también el “Puchades”.
-- ¿La compráis entre
todos?
-- No señor a el se la regala
su padre.
-- ¿No tenéis frío ahora
en el invierno?
-- Al empezar a jugar un
poco; pero en cuanto se corre un poco ya no se siente ninguno.
-- Sois unos tíos fuertes
¿eh?
-- Somos unos “machotes”.
-- ¿sois de los que tenéis
mas camisetas?
--Pues claro los otros
juegan con traje de calle!
--¿Cuándo jugasteis el último
partido?
-- El domingo pasado
contra los Leones de la carretera de Celanova.
-- ¿Quién gano?
-- Ellos ¿Quién iba a
ganar?
-- Podíais haber ganado
vosotros
-- No señor ellos
jugaban con doce
--¿Y cómo los dejasteis?
--Es que dos eran muy
pequeños
-- Entonces poco influirían
en el resultado
--¿quién se lo dijo? ¡No
hacían más que dar canillazos!...
Durante sus últimas palabras no ha hecho otra
cosa que mirar hacia la puerta de entrada, presa de una gran inquietud.
--¿Por qué miras tanto
hacia la puerta?
-- No, no es por nada.
Es que están ahí abajo los otros del equipo y a lo mejor se creen que no me
pone la nota.
-- Dime una cosa ¿Por
qué muchos de vosotros os ponéis nombres de jugadores de Primera División?
--¿Y yo que se?
--¿Cómo te llamas tu?
-- Andrés González
Lorenzo. Pero ahí –indica la nota que me ha entregado—estoy como el Kubala.
--¿Sabes quién es?
--¡Vaya si lo sé! Ese
que cobro cerca de cuatro millones de pesetas por fichar por el Barcelona...
¡Es un tío estupendo!
--¿Y tú, no?
-- Yo aun soy muy
pequeño.
--¿Qué equipo fue el que
os metió más goles?
-- Uno que no me acuerdo
como se llamaba. Nos gano por ocho a dos.
-- ¡Vaya paliza! ¿Cómo ha
sido eso?
-- Es que ellos jugaban
con botas y nosotros con alpargatas.
-- Tenéis balón, tenéis
camisetas y, en cambio os faltan las botas. ¿Te parece que eso está bien?
-- Cuestan muchos
cuartos y cualquiera las compra.
--¿Cuál es vuestro
campo?
-- No lo tenemos
--¿Cómo vais a jugar si
no tenéis campo?
-- Jugamos en la vía o
en el Pompeo o en la carretera.
--¿Quién es el mejor del
equipo?
--Todos somos iguales
--Una voz grito en el
portal ”Kuba..la” y mi pequeño
acompañante dijo entonces: ¿Lo ve? me están llamando
--¿No eres tu el capitán
del equipo?
-- No señor. El capitán es
el “Zarra”. Como es el delantero centro...
Y se fue. Se fue con todo su golpe de Kubala, con su bagaje de ilusiones y, además con su nota en el bolsillo. Se la había vuelto a guardar sin darse cuenta...
F. Álvarez Alonso. Publicado en La Región el 15 de marzo de 1953