En 1930 se reformó la de Progreso, casi como la conocemos en la actualidad, ¡Bueno! sin amenazar ruina....
Fugas y “cosas” de Delincuentes
Me ha costado frivolizar sobre un tema tan serio como este, pero al final me he dejado llevar por las ganas de tener una alegría.
Leo esto en el Heraldo gallego 30 de octubre de 1879
En la noche del 21 al 22 se ha evadido de la cárcel de esta ciudad, el preso Cristóbal Vila, aventajado Pica pleitos, capaz de envolver en un litigio al lucero del alba, terror del distrito de Bande y autor de varias fechorías, entre las que se cuenta según nos aseguran la de haber cortado una oreja al párroco de Prado de Limia.
La evasión debió efectuarse a altas horas de la noche, por la parte sur de la cárcel, forzando las puertas del calabozo y desván, y descolgándose desde este por medio de una cuerda que apareció suspendida desde el tejado hasta el suelo.
Esta escandalosa fuga no podría realizarse con tanta facilidad si no se hubiese suprimido por orden superior el centinela que vigilaba la parte S y E del establecimiento, situado en la garita que se alza en aquel ángulo del edificio. Esta supresión fue forzosa a causa de no ser suficientes las fuerzas que guarnecen la plaza para cubrir los diferentes servicios a los que se destinan.
El preso debía encontrarse animado del humor mas envidiable porque dejo escritas sobre la mesa de su calabozo unas aleluyas en las que consigno que dejaba aquella posada porque hacía mucho frio, que no se había fugado antes porque no se le antojara y que no decía adiós al llavero por no quitarle el sombrero. Como es uso y costumbre, el fugado aun no ha sido habido.En 1928 para facilitar la reforma se habilito este edificio en Mariñamansa como prisión.
Pero no todo fueron noticias simpáticas las que salían de las prisiones ourensanas, por desgracia lo frecuente eran relatos atroces, cuya única utilidad era la de conocerlos para que jamás se volvieran a repetir, en este grupo se encuadra lo que ocurrió en la villa de Bande hacia finales de los años 20. Un hombre de naturaleza violenta obligo a su hija a mantener relaciones con él, fruto de las cuales nació una criatura, dándose cuenta de lo que supondría se descubriera el incesto, decidió hacer abortar a su hija y deshacerse del niño enterrándolo en la huerta. Algo llamo la atención de los vecinos que avisaron a la guardia civil, que después de breves pesquisas y la intervención del médico de la villa, descubrió todo lo ocurrido. Esa misma noche ingreso el salvaje en prisión y a las pocas horas apareció ahorcado en su celda.
Tal era la efectividad de las fuerzas del orden que cuentan que en 1922 el día anterior de celebrarse la romería de los Remedios en las carreteras de entrada a la ciudad se produjeron gran número de detenciones de rateros, sin que ni siquiera llegaran a actuar, cuentan que los que no detuvieron ese día fue porque decidieron dar la vuelta y esperar al día siguiente para entrar en la ciudad, resultado: fueron arrestados al día siguiente. Habría que saber si era por habilidad de la policía o por ineptitud de los cacos???
Una de las noticias que mas “sacudían” a la opinión pública, eran las fugas, y si las que se producían de uno en uno y de presos habituales, ya no llegaban a la prensa, si que hubo algunas sonadas casi al estilo de la Gran Evasión. La más numerosa fue en el 24 y la más peligrosa la de 23.
En la del 24 participaron nueve presos, que consiguieron burlar a los guardias en el momento que estos estaban en el comedor, la vigilancia como sabían los presos era menor. Estos con la ayuda de una ganzúa y dos limas, (como veis el sistema de las películas tenia base en el mundo real), consiguieron abrir las puertas de las celdas y llegar al desván en el que serraron dos barrotes de una ventana por la que salieron hacia el Barbaña. Los 9 estaban encarcelados por delitos a la propiedad (robos, hurtos y estafas), motivo por el cual es posible que las medidas de vigilancia aplicadas favorecieran la huida.
La fuga del 23 ya fue más peligrosa y los Ourensanos vivieron unos días de gran intranquilidad, fueron solo tres los fugados, y entre ellos Cesáreo A.A. acusado de asesinato y violación y que había llegado a la prisión provincial después de cumplir 12 años en Huelva `por delitos de igual gravedad. En este caso llama la atención que la fuga se produjo desde la sala llamada “La Capilla” donde se encerraba a los presos de mayor peligrosidad y de la que consiguieron salir doblando los hierros de la puerta, con hierros candentes???? De ahí salieron al patio y desde el muro con sabanas a la trasera de la cárcel. Muchas dudas se suscitaron sobre cómo se consiguió realizar la fuga sin apoyos y lo que nadie se explica es como los otros seis reclusos que ocupaban la Capilla entre los que estaba el “Valeron” (conocido por su participación en el asesinato del Federal, ¿os suena el Marracú???) decidieron no salir quedándose en la celda con la puerta abierta.....
Para los amantes de los datos, apuntar que han sido cuatro los edificios que se pueden denominar prisión en nuestra Auria: la cárcel de la Corona (detrás del ayuntamiento), convivió con la que dio nombre a la calle en la que estaba: “Libertad”, y de la que aun existen restos; la que más tiempo ha estado activa, desde 1843 hasta 1987 fue la de Progreso y desde esa fecha con buen criterio se ha llevado a las afueras de la ciudad y está en el Pereiro.
Al margen dejo el célebre “Cagarron” de la calle de la Barrera, que no era más que un pequeño calabozo probablemente similar al que existió en el Gobierno Civil y en las instalaciones que tenia la Policía Nacional en la parte alta de San Lázaro y hoy en las lagunas..... Bufff lo dejo que ahora aquello pienso pueden ser muchos, cuartel, conventos......
Otros presos famosos fueron: Ramón P. V. “Mahoma”, de Carballiño, Manuel A.V. “Rakan” también de Carballiño. Antonio H.D. “Finito” de las Caldas según la prensa casi salían más veces que entraban en la prisión... pero los más populares eran los que por delitos menores el gobernador gentilmente alojaba en la cárcel y a cambio de la pensión y para su escarnio público les hacia barrer las calles principales.