Fotógrafo Francisco Méndez
Circa 1962
FMFM1962000256
Ferias, las de antes
Papel fotográfico, Archivo Francisco Méndez
Detalles: Nuestros padres y abuelos aun vivieron plenamente lo que era una actividad de gran importancia para villas y ciudades: La Feria.
Hoy en día a modo y manera de conservar la tradición, algunos ourensanos se acercan al campo de la feria para degustar un excelente pulpo y carne o caldeiro; y en el entorno del barbaña una marabunta de puestos de todo tipo mayormente ropa y calzado aturullan al personal con sus inmejorables ofertas.
Lejos quedan aquellos días en los que el campo de la feria (en cualquiera de sus ubicaciones) se llenaba de animales y multitud de artículos casi siempre relacionados con el campo, con los que mercadear.
Las villas no tenían nada que envidiar, incluso en ocasiones el volumen de transacciones era superior que en la ciudad. Celanova, Allariz, Bande etc., para muchos paisanos desplazarse a la ciudad con un par de vacas era una odisea, lo mismo que comprarlas, por eso lo habitual era que el ganado que venía a la ciudad tenía su destino en el matadero, y el de las villas aun tenia opciones de seguir engordando, en otra casa.
La importancia de las ferias era tal, que los concellos se volcaban en su organización y en conseguir hacerlas interesantes para el mayor número de visitantes. Como vemos en la fotografía, la presencia de músicos era obligada, toda la mañana hacían pasacalles colaborando a crear ambiente, y a la hora de comer amenizaban las charlas. Eso sí, todo bajo la atenta vigilancia del numero de la Benemérita
Fotógrafo Francisco Méndez
Circa 1962
Detalles: Nuestros padres y abuelos aun vivieron plenamente lo que era una actividad de gran importancia para villas y ciudades: La Feria.
Hoy en día a modo y manera de conservar la tradición, algunos ourensanos se acercan al campo de la feria para degustar un excelente pulpo y carne o caldeiro; y en el entorno del barbaña una marabunta de puestos de todo tipo mayormente ropa y calzado aturullan al personal con sus inmejorables ofertas.
Lejos quedan aquellos días en los que el campo de la feria (en cualquiera de sus ubicaciones) se llenaba de animales y multitud de artículos casi siempre relacionados con el campo, con los que mercadear.
Las villas no tenían nada que envidiar, incluso en ocasiones el volumen de transacciones era superior que en la ciudad. Celanova, Allariz, Bande etc., para muchos paisanos desplazarse a la ciudad con un par de vacas era una odisea, lo mismo que comprarlas, por eso lo habitual era que el ganado que venía a la ciudad tenía su destino en el matadero, y el de las villas aun tenia opciones de seguir engordando, en otra casa.
La importancia de las ferias era tal, que los concellos se volcaban en su organización y en conseguir hacerlas interesantes para el mayor número de visitantes. Como vemos en la fotografía, la presencia de músicos era obligada, toda la mañana hacían pasacalles colaborando a crear ambiente, y a la hora de comer amenizaban las charlas. Eso sí, todo bajo la atenta vigilancia del numero de la Benemérita
Fotógrafo Francisco Méndez
Circa 1962
FMFM1962000257
Ferias, las de antes
Papel fotográfico, Archivo Francisco Méndez