sábado, 20 de mayo de 2023

Proyecto para las Burgas 1967

Plano y boceto obra de Fernando Martínez Bernárdez, topógrafo Municipal 1967


Reforma de Las Burgas, 1967…

¡Hubiera sido una opción!

 En tiempos del alcalde David Ferrer (1963-70), uno de los más activos a la hora de realizar obras y mejoras de la ciudad y alrededores (aunque como es lógico no llegó a contentar a todo el mundo, incluso en ocasiones tuvo grandes detractores), se proyectó la remodelación de la zona de las Burgas a fin de darle más visibilidad y hacerla más atractiva de cara al turismo.

 Anteriormente en 1925 el ingeniero Pedro García Faria, a modo de divertimento (no consta encargo) realizó el proyecto de lo que sería un edificio balneario que aprovechara las aguas de la Burga con zona pública y privada. Al tiempo que se dotaba la ciudad de un hotel de lujo que atraería turismo de calidad. La opción finalmente adoptada como sabéis no es mala, ya que tener unas piscinas termales en el centro de la ciudad no deja de tener su encanto, aunque sería mucho más bella y útil si se pudieran utilizar; (supongo que existirán motivos para que esté cerrada, pero no los veo). El caso es que la plaza porticada creo que me gustaría, lo mismo que el proyecto de balneario.

El aspecto de la Burga de Arriba totalmente deteriorada, en aquellos años junto con las edificaciones que la rodeaban, alguna de ellas en total ruina, aconsejaba acciones contundentes; los vecinos manifestaban continuos problemas con los roedores y demás “bichitos” poco agradables, a los que el calor de las fuentes atraía diariamente. Si a eso le añadimos el que al menos cuatro hornos de panadería estuvieran en el entorno de la plaza utilizando las calientes aguas para elaborar su producto, la reforma era acuciante. (con la reforma que se le hizo para habilitar la plaza como piscina, habrá quien ya no recuerde que entre las dos fuentes existía una casa en cuyo bajo estaba un horno llamado de la “Canóniga”, aunque no lo he podido confirmar es probable que fuera, aunque reformado, el que en su día tuvo Clementina Fernández Souto “La Canóniga”, personaje muy querido en la ciudad por su bondad y generosidad con los necesitados. justo encima de la Burga estaba el horno de Rosa, el de los Giles, el de Camilo y si no recuerdo mal justo cruzando la calle hubo otro en tiempos).


Aspecto de la pared lateral de la Burga de arriba.

Pero vayamos al proyecto: hasta ese momento la fuente principal había tenido varias reformas en las que se sustituyeron los diferentes enrejados que tuvo durante muchos años, la reforma más significativa había sido realizada por la empresa Perille y había consistido en fortalecer la estructura, definir el ajardinamiento de la zona y eliminar las rejas a excepción de la del pozo, si bien se redujo en tamaño.

Ahora en 1967, aprovechando cambios en la circulación de vehículos en la zona de la plaza de abastos y el entorno de las Burgas (diseñados por Salomón Hassan, ingeniero municipal) se planteaba un cambio radical a la zona y la fuente. Fundamental, era que la fuente dejaría de estar apoyada en la pared para aparecer diáfana por ambos lados y rodeada de un lago de agua fría, eso facilitaría que en el entorno se abriera una plaza formada por un edificio de piedra a la usanza de las viejas plazas gallegas asoportalada, cuya finalidad seria la turística (un hotel u hostal típico) junto a viviendas de lujo. 

  El proyecto conllevaba la modificación en altura del suelo (principal escollo a vencer) a fin de suavizar la fuerte pendiente con Obispo Cesáreo, y con la calle de la Barrera. Al mismo tiempo se planteaba modificar el muro del colegio San José para integrarlo en la plaza y suavizar su impacto, incluso, sustituyendo alguna zona por un edificio que continuaría el porticado, así como eliminar las escaleras existentes al lado de la hornacina de la Virgen del Carmen para subir al puente, que se sustituirían por una rampa, que buscaría la simetría con la que conduce a Bispo Cesáreo. Si no me equivoco, el patín que se construyó en la trasera de la calle doctor Marañón, a mitad de las escaleras de Calpurnia Abana, respeta esa opción.

Según el proyecto, se mantendría la posibilidad de circular vehículos por la nueva plaza (quiero pensar que de forma restringida), aunque seria del lado de la plaza de abastos donde se habilitarían nuevas zonas de aparcamiento.


Boceto y plano publicados por La Región en 1970

Probablemente la mayor preocupación en todas las actuaciones, haya sido el temor a modificar el caudal de este elemento tan representativo de nuestra ciudad, y quizás ese haya sido el motivo de descartar la intervención… Quizás habría que profundizar sobre el tema, pero es probable que a raíz de estos proyectos surgiera la idea de aprovechar el agua de las fuentes para la piscina del pabellón, y para algunos edificios del entorno. ¡buena idea!