Verín 1909, Foto cedida por Ricardo Gago |
Tragedia invernal,
1909 y otras menores
Año tras año se suceden eventos más o menos trágicos relacionados con el agua en la invernía; parece que nos cuesta aprender de nuestros errores, piscinas de Oira, Ponte Vella, Outariz…y eso solo tiene un posible resultado final. Cierto es, que en estos casos el daño es solamente económico y quizás los expertos consideren que merece la pena asumir las perdidas, eso son otros quienes lo tendrán que decir.
Ya he tocado este tema en otros artículos, refiriéndome a la ciudad, hoy me
voy a dar un paseo por la provincia recordando las crecidas más dañinas de
nuestros ríos.
Tamega. En noviembre del 1888 tenemos constancia de que la crecida anegó el barrio de san Lázaro, pero eso ya era habitual en el invierno de Verín, de nuevo en enero de 1895 el puente vio que sus ojos se llenaban de agua hasta el punto de temer por su resistencia, finalmente aguantó. Pero para darnos una idea de la magnitud, nos dicen que en San Lázaro las aguas alcanzaban los primeros pisos...
La postal que os enseño creo no equivocarme al decir que muestra el estado
de la plaza de García Barbón en la crecida de diciembre de 1909. la más trágica
que se recuerda. Ya estaba aprobado el presupuesto para encauzar el Tamega (200.000
pesetas), pero aún faltaba tiempo para ver rematadas las obras. El problema fue
que ese año la meteorología fue especialmente adversa y los destrozos que
provoco en Ourense dejaron honda y triste huella.
Bibey. De ese temporal, lo peor se lo llevo la comarca del Bollo donde como recordáis se produjo la catástrofe de las Ermitas, el exceso de precipitaciones (durante tres días seguidos, cayó una lluvia torrencial , del 19 al 22 de dic.), dio lugar a un desprendimiento de tierras en la ladera de la montaña, “colina de la resurrección” que arrastró hasta veintisiete viviendas, en las que por la hora en que ocurrió estaban las familias, se contabilizaron 36 fallecidos, de algunos no se consiguió localizar el cadáver, y algunos vecinos mantenían que la cifra podía ser superior, ya que en algunas casas se sabía que habían llegado visitas ???. Lo peor de todo es que "aun" hubo que "alegrarse”, porque dadas las fechas los más de 100 seminaristas que estudiaban y residían en el Santuario estaban de vacaciones navideñas. Esto en buena lógica restó importancia a las demás perdidas.
Sil, en 1895 fue una “simple” tormenta, la que pudo terminar en tragedia, eran
las dos de la tarde y la tromba de agua fue tal que en escasos minutos el Sil y
todos sus afluentes se desbordaron, arrasando molinos, y llevando
precipitadamente ganado y enseres, al tiempo que trece casas se derrumbaban en
el Barco de Valdeorras. El 16 el 27, y el 35 fueron años duros, el peor sin
duda el 35 en que en Villoria un vecino no consiguió salir de su casa antes de
que se inundara, falleciendo ahogado.
Arnoia, es el más largo de los ríos ourensanos, y sin embargo es posiblemente el
que mejor comportamiento tenga, si que tiene crecidas anuales, pero es raro que
se produzcan de manera brusca, quizás la amplitud de su cauce sean la causa. La
zona de Baños de Molgas es la que suele sufrirlo con más daños. La mayor crecida registrada fue en el 1930.
Arenteiro, dicen quienes lo conocen que la remansada tranquilidad de sus aguas lo convierten
en un amable vecino, pero como todo rio que se precie, es mejor no darle
demasiadas confianzas, cierto es que, salvo la crecida que sufrió en el año
1914, que mantuvo en vilo a toda la comarca, las demás han sido llevaderas, (bueno algún puente
en mal estado y varios molinos se ha llevado por delante), en 1960 también fue
buena…. Comportamiento parecido han tenido el Limia, el Avía y los más pequeños, (si queréis
saber más, por ej. Cuantos ríos tenemos en la provincia (59), os recomiendo
visitar la vez del amigo Manolo Domínguez Canedo.eu y por medio de un plano
interactivo podréis conocer mejor la red fluvial Ourensana).
Me he guardado un pequeño espacio para citar la zona de Os Peares, (Tres Ríos),
donde por si fuera poco problema que confluyeran los mas “revoltosos” y caudalosos,
Miño y Sil, también se les une el Bubal; pues aun así la zona se ha sabido
defender de las anuales crecidas, cierto es que hace ya tiempo que la construcción
de los embalses ha permitido un mejor control de los niveles, pero…
Peares 1959, José Antonio Castro, grupo de facebook: Todos tenemos alguna relación con Los Peares |