Álbum
fotográfico de Ourense
Me han servido estos días de descanso de
Ourense no tempo, para leer viejos papeles, y en esta ocasión he de decir que
mi autoestima ha tenido un estimable crecimiento.
Solían ser mis lecturas de épocas
anteriores a mi nacimiento, pero en esta ocasión se me fue la mano a finales de
los 60, comienzos de los 70. Confieso que mi intención era comprobar cómo se
habían vivido en nuestra ciudad acontecimientos tan importantes en la historia
mundial como fueron los asesinatos de Luther King y Kennedy. Y por qué no
admitirlo, releer de nuevo lo que había supuesto el mayo francés, y compararlo
con lo que aquí se llamó 15 M, aquello que muchos vivimos con expectación y
cierta ilusión, al final no sería nada más que buenas palabras, pero iguales
actitudes....
Permitidme que cumpliendo mis
normas deje el tema, y me centre, como os decía, en esas lecturas. Supuso una
alegría considerable, el descubrir que los artículos breves que desde el verano
del 2017 os ofrezco en el diario La Región, tuvieron un precedente de
lujo, y de hecho me veo en la obligación de pedir disculpas por no
acercarme siquiera a la calidad de los textos que en aquella serie se
publicaron.
El mundo de la publicidad en
aquellos tiempos, no se parecía al actual, los medios eran pocos y los
presupuestos bajos, con lo cual la imaginación tenía que trabajar a todo ritmo;
la empresa Inter del publicista Elías Gurriarán, negoció con La Región una
página de publicidad, (con frecuencia ocupaba más espacio se confundía con la
Guía Comercial que el diario publicaba en sus números especiales) con la que se
ofrecería la posibilidad a cada lector, de hacerse con un álbum fotográfico de
la provincia.
Orense Capital
de la Hospitalidad
Fue Ricardo Sotelo Sancho, más conocido como Foto Sancho el encargado de facilitar las imágenes para una serie de artículos que entre el 1 de mayo de 1969 y el 30 de abril del 70 aparecieron en el diario. Su secuencia diaria supondría una colección de 365 imágenes; finalmente no llego a ese número la colección, pero fue por poco; Entre la Región y la Hoja del Lunes que también publicaba esta sección, salvo error mío fueron unos 350 los artículos (doy por supuesto que la Hoja del Lunes sacó 52, no he podido comprobarlo de momento), en la Región por motivos que desconozco y probables errores (incluso alguna repetición hubo) rondó los 300,
La idea consistía en que foto
Sancho obtenía fotografías Ourensanas de diversa temática: Ciudad, Pazos,
Monasterios, Arte, Paisajes… y para documentarlas se recurría a firmas
rebosantes de Ourensanía.
El que en más ocasiones se prestó a la
colaboración fue mi admirado Don Ramon, aunque eso sí, fiel a su compromiso de
no firmar con su nombre artículos no escritos en gallego, firmaba como R.O.P.
desde luego no pretendía un anonimato al ocultar su nombre ya que como veis es
perfectamente identificable. Junto a el aparece un X.L.F. que supongo identificareis
con Xocas, un M.R.N. que me atrevo a decir que era Manolo Rego Nieto, y con
agradable sorpresa y sin dudas porque firmó con su nombre completo al menos un artículo,
otros fueron obra de mi buen amigo Adolfo Rego Pérez. Otros colaboradores
fueron Jesús Taboada Chivite, Anxo, Alfonsín y en alguna ocasión el propio
Sancho, (el fotógrafo). (No lo he podido confirmar, pero J.F.C. perfectamente
podría ser Jesús Ferro Couselo.)
La
colección en sí, merece la pena, por las imágenes, pero los textos, son autenticas
joyas. Se pueden encontrar algunas fotografías similares, pero supongo que
seria por la necesidad de ampliar la información. Resumir en doce líneas tanta
historia es trabajo muy complicado.
Pidiendo disculpas por el atrevimiento he reunido varios de los textos de Don Ramon, para documentar una fotografía de mi archivo:
La plazuela del trigo. O,
¿Pan Trigo??
Había
otra calle en la ciudad llamada de la “Cruz do Pan Centeo”.
Desde
el hidalgo soportal vemos la fachada sur, la más luminosa del crucero, la casa
bien restaurada, donde dicen que tuvo su morada e imprenta aquel sabio e
inquieto bohemio Vasco Diaz Tanco de Fregenal. Es la casa, el modelo y ejemplar
clásico de la antigua construcción de madera y cal, con gracia de balcones y
mansardas sobre una base de piedra. Y avanzada, por curiosidad y para
determinar una breve zona de sombra y de amparo de la lluvia. Preside con los
grandes ojos asombrados la torre de la catedral… La fuente ha sido exornada con
diversos ornamentos. Es difícil acertar con la simbólica conveniente a la gracia
espontanea del agua.
El
rumor del mercado disolvía los sones del reloj. Una parte de la plazuela se
llamó de las Olas, exhibición de las rudas y familiares cerámicas de Niño de
Aguia – y aun es-- plazuela medio urbana y medio eclesiástica. Pues la
procesión y pompa canonical en sus horas y fechas, pasaba como por un claustro
a la iglesia de santa María
Nos
quedamos con el gozo de una suposición. Vasco Diaz Tanco, el autor de aquella
“Palinodia…”, habla con Don Antonio Rey Soto que sale de la floresta magnifica
de su biblioteca, un tiempo instalada en una casa de estos pórticos. Ambos
sobre la distancia de siglos, son finos letrados y excelentes conversadores ¿de
que hablaran, quien acaricio la imprenta en su cuna y quien en otoño próvido
reunió la mejor cosecha y bodega de impresos gallegos? Apenas hace falta
decirlo: de libros.
Mucha
historia han visto pasar los balaustres. Graciosos y aun petulantes, como de “pazo”.
Muchos canónigos viven cerca. Los hay populares, saludados por las gentes del mercado,
otros pasan lejanos, abstraídos.
Por el patín se paseó el deán Sr. Bedoya, muy
viejecito el deán que será obispo apenas de nombre, apoyado en su báculo dará unas
vueltas por el patín. Piensa en el sol de Berlanga, en los jardines de la
Granja y sus finas tertulias de empelucados, en los lentos caminos de España que
recorrió en mula, en calesa, a veces desterrado, cuenta los amigos ilustres,
flor del saber del XVIII, muertos. Quizás fue el día en que al volver a a su
casa se encontró con la falta de su peculio. Unos 18.000 reales en onzas. Menos
mal, que los ladrones habían respetado el mondongo. Y el ilustre anciano sonríe.
También
paseaba el patín, el arcediano Sr. Sánchez Arteaga, y en sus bancos confesaba
un viejo y sencillo clérigo, por el precepto, a algunos “posibilistas”,
excelentes señores. Y al salir Dn. Marcelo el 7 de junio de 1881 de pronunciar
su panegírico del P. Feijóo, una vieja dama, --seda mantilla y azabache—le beso
la mano susurrando: “¡Qué gran caridad, Señor! acaba Vd. de librar una alma del
Purgatorio”.
No
debía faltar nunca la fuente ante el pórtico catedralicio. En los papeles y
registros antiguos aparecen frecuentes referencias a esta fuente y su obra. Para
practicar la cañería hubo de ser molestada en sus cuadras y cimientos la casa
de un canónigo, nada menos que la importante familia de los Calabozo.
En
la plaza cuando había mercado, una viejísima estampera colgaba sus racimos de
escapularios y manojos de rosarios y estampas de los balaustres que aparecen
tendidos de sombra y concedía un tono campesino, de fiesta aldeana, al ilustre “patín”.
En www.Ourensenotempo.com intentare recuperar algunos de
esos artículos para que los disfrutéis.