Circa 1926
ERPA1926000317
La Expo de 1926. Serie personal de Augusto Pacheco nº25
Albumina sobre cartón , Archivo Museo Etnolóxico de Ribadavia 2007GP_1282
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La Expo de 1926. Serie personal de Augusto Pacheco nº25
Albumina sobre cartón , Archivo Museo Etnolóxico de Ribadavia 2007GP_1282
Detalles: Fueron los veinte un periodo de grandes cambios, “casi” como el actual. Uno de esos cambios fue el motivado por la avalancha de vehículos a motor que “inundaron” el mercado: en 1927 se alcanzaba en Ourense la matricula 1000, algo totalmente insospechado en el 1906 cuando don Isidoro matricula el primer coche Ourensano; en ese año fueron dos los vehículos con matrícula OR, y al año siguiente fueron solamente otros dos. La progresión fue lenta siendo precisos catorce años para matricular los primeros 500 coches y sin embargo solo tres para los siguientes 500. El año más prolífico fue sin dudas el 1926, y la justificación pasa por la promoción que se hizo de estos “aparatos”.
En la fotografía de hoy Augusto Pacheco muestra un precioso Citroën de los que estuvieron de exposición en la pista central del Posío como acto de interés en la fiestas del Corpus. El evento se produjo el día 6 de junio, pero ya tres días antes la “entrada” de las fiestas se hizo con un desfile de vehículos engalanados en los que figuraban las más bellas señoritas ourensanas, y continúo con la presencia de esos y mas vehículos en la batalla de flores, para terminar con la exposición en el Posío.
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En prensa apuntan al dia 6 como fecha de celebración del evento, pero no es un dato excesivamente relevante; o la prensa o Augusto tuvieron un pequeño error.
Según las crónicas fueron más de veinte expositores los que mostraron sus novedades; al Citroën de la fotografía le acompañaban magníficos Hudson, Overland, Chevrolet que el Garaje Americano ofertaba en sus instalaciones del Paseo habitualmente, así como otras marcas que ya tenían representación en la ciudad. Acudieron así mismo a la cita otros proveedores de Galicia precisamente en busca de representantes, Mathis, Chenard-Walcker, Essex, Chandler etc., vehículos hoy olvidados pero autenticas joyas para quien tiene la fortuna de poseer uno.
Revisando en la prensa de la época, muchos ciudadanos se quejaban del mal momento que pasaban los propietarios de “coches de punto” los precursores de los taxis, que no eran más que pequeños carruajes con tracción animal conocidos también como Simones, que se registraban en el ayuntamiento para que se les asignara una plaza o punto de espera. El caso es que a mediados de los veinte ya comenzaban a suponer un peligro para el tráfico más que un beneficio para el ciudadano.
