LA TRADICIÓN Y DEVOCIÓN DE LAS CAPILLAS ITINERANTES
Uno de los recuerdos de niñez que tengo
grabados en la memoria es la visita periódica de “La Virgen".
Esta visita consistía en la llegada cada
cierto tiempo de una imagen de la Virgen Milagrosa en su capillita de madera,
la cual alojaba la imagen de la Virgen tras un cristal y tenía unas pequeñas
puertas que la resguardaban durante el trayecto de casa en casa.
Esta imagen iba recorriendo las casas de
los barrios de la parroquia y la gente las tenía y custodiaba durante un día o
dos en su casa, después la persona encargada venía a recogerla para llevársela
a la siguiente.
Recuerdo perfectamente el ritual que seguía
mi madre en cada visita : llenaba hasta la mitad un vaso con agua, le añadía un
chorrito de aceite y colocaba una o dos "mariposas". Estas eran un
trozo de papel en forma de círculo con una mecha, que flotaban en el aceite y
mantenía encendida día y noche hasta que se consumía el aceite. Me ponía a su
lado y rezábamos juntos un "Dios te salve, María", echaba unas
monedas en el limosnero incorporado en la capillita y allí quedaba hasta que
venían a recogerla, previo aviso severo de no apagar la mariposa bajo ningún
concepto.
Yo me quedaba muchas veces embobado viendo
el resplandor de la candelita durante la noche, la cual daba un ambiente
misterioso a la casa, lo cual me fascinaba.
La última vez que la ví en casa de mis
padres fue en los 80. Después dejó de visitar nuestra casa y supongo que las
demás también.
Tengo entendido que estas visitas aún se
mantienen a día de hoy en algunos lugares de Galicia, núcleos pequeños de
población como aldeas o barrios, pero en las grandes ciudades ha desaparecido.
Muchas de ellas se guardan en las iglesias, expuestas al culto o a buen
resguardo en las sacristías, y algunas están en manos de particulares, que en
el mejor de los casos las custodian y cuidan, o bien las coleccionan.
Las imágenes que albergaban estas
capillitas eran diversas : la Virgen Milagrosa, San Antonio, la Virgen del
Carmen, María Auxiliadora, San Judas Tadeo, la Sagrada Familia, el Sagrado
Corazón de Jesús, entre otras.
Es una lástima que estas tradiciones-devociones se vayan perdiendo, pero siempre que haya alguien que las recuerde, de algún modo seguiran vivas.