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viernes, 15 de abril de 2022

El Crimen de "Belle"

 

Recorte del plano de Domingo Fontán que permite ubicar los escenarios de esta historia

   El 8 de febrero de 1934 paso a la historia como inicio de una carambola mortal, en la que la muerte de un delincuente a manos de otro, finalmente fue la causante de la muerte de dos personas inocentes que cumplían con su deber. Este es el relato de uno de las más lamentables capítulos de la crónica negra Ourensana, que a muchos trajo a la memoria aquella batalla de Karansebes en la que el amigo Monjardín nos recordaba hace unos días que se enfrentaron el ejercito Austro–húngaro contra el ejercito Austro-húngaro, cierto que en mi relato no existió ayuda del “engañoso” alcohol como en aquella ocasión pero...

Crónica Negra: El crimen de “Belle”

 Y los muertos de Ramirás.

Resumir los hechos casi 100 años después, permite descartar comentarios e hipótesis de la investigación, pero también choca con la falta de información que se ha ido perdiendo en el tiempo.

  En la noche del 7 al 8 de febrero del 34 Florinda una humilde viuda del pueblo de Vilariño (“Belle”*) echó en falta la única vaca que le permitía salir adelante en la vida, la busco pero al ser noche tuvo que dejarlo para el día siguiente. Supuso que no estaría muy lejos porque días atrás había parido el ternero que también faltaba.  Fue al día siguiente cuando en el pueblo se empezó a comentar que había aparecido un cadáver en el monte y a su lado una vaca con su ternero, y también una oveja.

  El cadáver presentaba signos de violencia, con la cabeza destrozada hasta el punto de hacer imposible una identificación, y también heridas cortantes en el cuello. Las autoridades comenzaron las pesquisas y se realizaron las primeras detenciones entre los delincuentes habituales que solían dedicarse al robo de ganado, como todo hacía suponer. Aunque también se barajo la posibilidad de que alguien del pueblo hubiera sorprendido al ladrón y se hubiera excedido en el castigo.

  En una improvisada sala de autopsias que se montó en la iglesia de Santa Cristina, se expuso el cadáver por si algún vecino lo reconocía pero nadie supo quien pudiera ser. Se le sacaron huellas para enviar a Madrid y se procedió al entierro sin mucha fe en esclarecer el caso, dando por supuesto que se trataba de un robo de ganado con final trágico.

 Un par de semanas después un confidente apuntó el nombre de José V.D. Alias “Furriqueira” como presunto autor del asesinato, de quien podría ser Bertoldino F. R., vecino de Piñor de Cea, quien no se veía desde hacía días. Alertados los vecinos del “presunto”, una llamada al gobierno civil avisaba de que se le había visto la tarde noche del 10 de marzo en las cercanías de su vivienda en el pueblo de Ramirás (Cástrelo de Miño*). Y de manera inmediata el gobernador sr. Julio Otero Mirelis dio órdenes de proceder a su detención.

 Y ahí comienza la parte mas dramática de esta historia: al recibir esa información en el gobierno civil Ourensano, se pasa aviso a la fuerza pública , Policia Nacional al mismo tiempo se recibió aviso en la comandancia de la  Guardia Civil; la urgencia del caso, hizo que no existiera comunicación entre los dos cuerpos. Por un lado llegaron a Ramiranes, dos agentes de la policía nacional que se dirigieron a la casa del alcalde pedaneo para que les facilitara sus movimientos por el pueblo, este accedió y puso a su hijo a disposición de los agentes para que los guiara hasta la casa del sospechoso; allí llegaron en torno a las 23,15, ya con noche cerrada y se apostaron en lugares estratégicos para vigilar la casa. Al mismo tiempo desde el puesto de Barbantes dos guardias y un cabo junto a un confidente que conocía bien el pueblo llegaron al pueblo, dejando el coche en la carretera y a pie se dirigieron a la casa del presunto asesino.

La oscuridad y el nerviosismo hicieron el resto: al grito de “alto Policía”, se respondió con un “Alto a la Guardia Civil”, pero ambas facciones creyeron ser víctimas de un engaño y se produjo un tiroteo. Resultado, el cabo de la Guardia Civil fallecido, y el confidente que les acompañaba gravemente herido (falleció días después), por el otro bando mi pariente resulto con una herida en la pierna de poca gravedad (años después fue comisario en Ourense).

   

Foto del archivo de la Guardia Civil.

   A partir de ese momento gran revuelo y dolor en la ciudad, pero era evidente que no había mas culpable que la desgraciada casualidad. Dos días después los vecinos de Ramiranes consiguieron localizar y detener al presunto asesino de Belle, que no ofreció resistencia, y aunque lo he intentado localizar, no he conseguido datos del juicio (únicamente que se fijo fecha de abril 1935 para su celebración), del que sin duda salió como culpable, pero visto lo visto, eso fue lo de menor importancia.                   El diario Pueblo Gallego daba cuenta de la existencia de fotografías realizadas por el estudio Villar Foto, pero estas no llegaron a publicarse o yo no he conseguido localizarlas.

He respetado las referencias a lugares tal y como aparecían en la prensa de la época, aunque sea más que probable que sean erróneas, o que en aquel 1934 los limites provinciales fuesen otros. Vilariño, hoy seria de Pereiro de Aguiar  Ramirás, (Ramirans) de Santa Cruz, y hoy Velle solo se conoce con V.