El Paseo en 1936 se llamaba Fermín y Galán, a la derecha se ven los toldos del Café España y de la bilbaína.
Semana Trágica
de Ourense,
Junio del 36
Ya sabéis aquello de las leyes de Murphy: “cuando algo es
susceptible de acabar mal, ten por seguro que así será”. No penséis que quiero
tomarme a broma lo que hoy os quiero contar, nada más lejos de mi intención.
Fueron hechos Tan dramáticos y duros que no cabe la broma, lo que no se puede
negar es que a veces todas las desgracias se unen para dar lugar a momentos
terribles.
Aquel viernes 5 de junio del 36 terminaba una semana, que había
aportado alguna buena noticia al ánimo de los ourensanos. Don Ramón había sido
elegido presidente del Seminario de Estudios Gallegos. Y las fiestas de la
ciudad con gran esfuerzo por parte de la Liga de amigos estaban preparadas,
incluso se contaba con un buen cartel para la plaza de toros, Juan Belmonte, y Sánchez
Mejías abrirían los festejos el día 11.
Lo que no se
esperaba era el cúmulo de sucesos que iban a convertir la semana que estaba a
punto de comenzar en la semana trágica Ourensana.
El día cinco se recibía de Vilardevos la noticia de que “el recién nombrado encargado de la oficina de telefónica
discutió con el hermano del anterior encargado, disparándole tres tiros y
dejándole muerto, se desconocen los motivos reales”. Se trataba de un
crimen supuestamente motivado por diferencias personales. Lo que ya no lo era
es la noticia que algunos diarios recogían de lo sucedido en Cástrelo de Miño:
según cuentan los corresponsales de Ribadavia, “ha
habido una reyerta entre varios jóvenes que vitoreaban al fascio y al frente
popular. Ni que decir tiene que salieron a relucir varias pistolas, sonó un
tiro y lo recibió en la espalda R.doS. N. El autor del disparo fue detenido en
unión de otros dos elementos, estos ingresaron en la cárcel y al herido se le
trasladó a una clínica particular de Ourense”.
El día 6 transcurría con normalidad, aunque los hechos de
Cástrelo era objeto de comentarios en los corrillos y tertulias de la ciudad. Una
noticia iba a solicitar toda la atención de los ourensanos, “se cayó desde
un tercer piso en la calle de paz Novoa la niña de tres años Ana O.C. La
infeliz criatura falleció en el acto, era hija del propietario de unos muy
conocidos almacenes de la ciudad”.
El domingo día 7 era el marcado para el comienzo de los
festejos, y en el ánimo estaba suspender el festival de orfeones programado
para esa tarde en la plaza de toros. Con el fin de ayudar a relajar tensiones,
se decide continuar con el programa.
Durante la mañana llega el orfeón
de Pontevedra, y al mismo tiempo muchos visitantes que acudían a ese y los
demás actos programados. La noticia que
recogía la prensa era esta: En Orense se han
producido ayer dolorosos sucesos de origen político que han ocasionado dos
muertos y varios heridos. En el café La Bilbaína instalado en la casa número 1
de la calle de Fermín y Galán (hoy Paseo cruce Concordia aprox. Sfera), se
reunieron después de almorzar varios jóvenes de filiación fascista, algunos de
ellos, forasteros que habían acudido a la ciudad con motivo de las fiestas del
Corpus.
Dícese
que cuando pasaban por delante del Café España contiguo al de La Bilbaína dos
individuos de filiación comunista oyeron voces dentro del café La Bilbaína de
determinada significación. Por lo que fueron en busca de otros correligionarios
para penetrar en el primero de aquellos establecimientos. A los comunistas se
unieron también algunos socialistas y ya dentro de la Bilbaína, se enfrentaron
con aquellos jóvenes que según se dice habían dado gritos de ¡Arriba España! y
otros de tendencia fascista.
Según parece el “mudo de la Bibiana” conocido comunista,
hizo volar una silla que impactó en la cabeza de uno de los lucenses, este
respondió directamente a tiros, cayendo muerto al instante J.N. Tipógrafo de 36 años de edad. La mayoría
de los asistentes inicio la huida al tiempo que se produjo un tiroteo. En ese
momento un guardia que pasaba por la zona también hizo uso de su arma, causando
heridas de gravedad a J.N.C. que falleció en la casa de Socorro. Finalmente la reyerta se saldo con otros
cuatro heridos de gravedad y más de 12 heridos leves.
Como es lógico las fiestas se
suspendieron y los líderes obreros decretaron un paro general al tiempo que el
gobernador pedía calma y organizaba a los cuerpos de seguridad para dar
protección a los ciudadanos (se cerraron todos los bares y locales de ocio así
como las tómbolas y demás atracciones que estaban en la alameda). A pesar de
esas medidas, cuando pasaba por la calle de Moratín cerca de
la barrera, fue herido de arma de fuego J.V.R. afiliado a las JAP. Ingreso
grave en el hospital. Como medida excepcional se
produjeron gran cantidad de detenciones de individuos fichados por la `policía
como violentos.
Los
días siguientes fueron de total tranquilidad aunque no exentos de tensión, el
cierre total de comercios y empresas por la huelga general decretada vació las
calles. El martes nueve se realizo el entierro de los trabajadores fallecidos,
y se daba por cerrado el altercado. Por desgracia aun faltaba el remate: Después del
entierro regresaban en una camioneta a
Carballiño varios obreros cuando en la curva del Barbantiño fueron asaltados
por unos desconocidos cayendo muerto uno de los trabajadores y otro gravemente
herido. Con ese panorama y un pequeño simulacro de fiestas del
Corpus, termino por fin esa semana.
La
intransigencia y la violencia son lacras que debemos tener presentes para en lo
posible y lo imposible evitarlas.