Entrenamiento en la pista de Tiro del Cumial, fuego y explosiones reales… Foto Arturo Rodríguez Lorenzo
Ourense
“Cuna de guerrilleros”
Supongo que a muchos de mis lectores, les llamara la atención el título de mi artículo, y el caso es que no voy a hablar del gran Bernardo González de Cachamuiña, el libertador de Vigo, ni siquiera de la unidad que el creo, los Tiradores del Ribero. Hoy se trata de recordar el nacimiento de una de las unidades más llamativas y menos conocidas del ejército español. Las Compañías de Operaciones Especiales.
Por el cine estoy seguro de que a muchos os suenan las unidades de elite de los EEUU: Marines, Boinas Verdes…. Y a poco que lo penséis, los asociareis con los legionarios españoles, olvidando a esta otra unidad que perfectamente podría combatir de igual a igual. Lo que posiblemente muchos desconozcáis, es que la primera Compañía de operaciones especiales de España, nació en Ourense. La C.O.E. 81 (el numero hace referencia a que es la 1ª de la 8ª región militar.)
José Camiña Rivas |
Saltando de un REO en marcha.
No hubo tiempo para más, los primeros guerrilleros se licenciaron, pero los mandos de la unidad ya habían adquirido una practica y conocimiento que rápidamente sirvió para avanzar en los planes y aumentar opciones de formación. Cuando en el 81- 82 llegaron mis amigos Francisco y Álvaro, aquellas salidas de supervivencia a los montes ourensanos, ya se complementaban entre otras, con fases de nieve en Manzaneda, buceo en Patos, rappel, (no era difícil ver a grupos de guerrilleros descendiendo con esa técnica del viaducto o del puente nuevo). Y todo ello acompañado a diario de una muy dura preparación física, técnica y táctica. Para ello en el Cumial se había construido una difícil pista americana, y la zona de tiro donde se entrenaban. Yo que era en esos años un “pistolo” que así era como llamaban los guerrilleros a los infantes, los veía con frecuencia, y cierta envidia haciendo arriesgados ejercicios en la explanada, saltar de aquellos imponentes camiones REOS, o verlos mantenerse inmóviles cuando estos les pasaban por encima era algo que al final lo veías como fácil, o al menos a ellos les debía de resultar fácil. En la primera foto tenéis uno de los ejercicios más arriesgados que era le pista de tiro, se trataba de pasar debajo de una alambrada con las balas silbando sobre tu cabeza y minas explotando a tu alrededor, cierto es que todo tenía unos rígidos controles y medidas de seguridad, pero en ese momento, me consta que “ellos” no tenían totalmente claro que no hubiera riesgo, ¡¡¡y lo había!!!.
Mención aparte, merece lo que de manera oficial se llamaba fase de endurecimiento, y lo profanos conocíamos como Evasión, en ella durante un interminable día, los “lanares” nombre que recibían los aspirantes a guerrillero, eran sometidos a un trato similar al que tendrían en periodo bélico si eran hechos prisioneros por el enemigo, eso les dejaba exhaustos y doloridos, pero aun así se les llevaba a unos diez Km de distancia del acuartelamiento al que durante la noche tenían que ser capaces de regresar burlando la vigilancia, cosa que era casi imposible, de “premio”, tenían que pasar la dura “pista americana” y/o la “pista de fuego real”, y ya de postre pasar el “conguito”, que no era otra cosa que un sistema de angostos y claustrofóbicos túneles bajo tierra en los que lo complicado era mantener la calma y pensar cómo salir de ellos….
La recompensa final era el bien mas preciado de un guerrillero, su BOINA VERDE….
Durante la Evasión se recrea el trato que se recibiría en una situación bélica, y aun sabiendo que esta todo bajo control, las sensaciones son muy duras.