Fotografía de Don José publicada na Revista Vida Gallega o ano 1935 |
José Adrio Menéndez
La primera Bombilla en Ourense
Una de las personas a las que más agradecimiento debo en esta aventura de Ourense no Tempo, es a Don José Adrio. Desde el momento en que descubrí su Del Orense Antiguo, se convirtió en un aliado perfecto, no sólo aportando datos, sino mostrando un estilo a seguir, a la hora de contar esa “pequeña” historia local.
Me costó (y ahora lo entiendo) avanzar en su biografía, porque siempre fue muy discreto con su vida privada; motivo por el que solo daré datos generales. Y de manera intencionada evitare citar los nombres de sus familiares.
Nacido en Ourense hacia 1866??. Residió su juventud a caballo de Vigo y Ourense.
Como el mismo nos dice, en 188 y tantos, consigue plaza de funcionario. Y por datos de prensa, sabemos que siendo muy joven comenzó a colaborar de manera profesional con el Noticiero de Vigo. En 1892 se casa con una dama de conocida familia de empresarios Vigueses, (estos aunque no lo pude confirmar fehacientemente, es probable que tuvieran negocios en Chile). Quizás por necesidades de su nueva familia, se embarca Adrio con su esposa rumbo a Sudamérica (Chile y Argentina fueron lugares en los que sabemos residió), y allí comienza su vida de casado.
Hacia 1900 regresa a España, 4 años después nace su primer hijo y al año siguiente el segundo, quien por cierto llegaría a ser uno de los cardiólogos más valorados en España.
Poco después recupera su plaza como funcionario de Hacienda teniendo su primer destino en Lugo donde se integró perfectamente, (siendo presidente de la asociación de la prensa), hasta que por cuestiones familiares solicitó el traslado en 1927 a Ourense.
Es una obra escasa como podéis ver, pero os aseguro que de gran interés para conocer la historia de nuestro Ourense. El trabajo dedicado al Liceo, es fundamental para conocer esa sociedad. Y Del Orense Antiguo es una auténtica joya que, aunque nos retrotrae a aquellos viejos tiempos, seguro que consigue robarnos más de una sonrisa cuando “lo enfrentamos”; muy de agradecer cuando estamos ante algo tan serio como la historia.
"....., En sesión municipal de 14 de mayo, donde se trató del apoyo que el ayuntamiento había de prestar a los festejos del P. Feijoo, propuso un conocido edil, la adquisición por cuenta de los fondos municipales, de los elementos necesarios para alimentar una lámpara de arco voltaico que posee el Instituto de 2ª enseñanza, para utilizarla durante los festejos. (sic).
Atendida la proposición y aceptada por el Claustro, no había transcurrido una quincena cuando, en gran velocidad, vino de Barcelona el material indispensable, para poner en marcha aquel cacharro - que otra cosa no era - guardado en anticuada vitrina de la cátedra de Física.
Ya todo a punto, díose oportunamente a la publicidad el Programa festero, que terminaba del siguiente modo: " al final lucirá una hermosa e intensa luz eléctrica".
Mas de 4000 personas situadas a las 10 de la noche del 11 de septiembre en las calles del Instituto, Fuente del Rey y Plazuela de Isabel la Católica, dirigían la vista al arco estilo mudéjar, emplazado donde en la actualidad comienza la calle de Paz Novoa.
Y en una ventana del Instituto situado enfrente, un viejecito encorvado, de enmarañadas cejas y nariz larga, unía reóforos, alimentaba pilas, intentaba contactos, y ..... ¡todo en vano! La luz negábase a hacerse y el pobre señor sudaba tinta.
Pasó una hora...... y luego otra, y el público callejero e inculto, comenzó a gritar:
- ¡Que salga! ¡Que salga!
Y efectivamente: prodújose un chispazo, después varios; y por último quedó fija una lucecilla, de menos intensidad que la de un fósforo............" (sic)
El arco mudéjar y la esquina de lamas Carvajal donde esta la ventana en la que se intentó la prueba Eléctrica. Fotos de Martino 1887 y De Ático Noguerol hacia 1935
Bueno, aquí viene el problema:
Entre los artículos que escribía frecuentemente en el diario
"La Región", Don Vicente Risco, aparece uno en el que relata de forma
más breve, lo que parece ser la misma anécdota, pero situando la acción en el
antiguo Hospital de San Roque, en la alameda, para no liarnos, “más o menos” donde hoy esta
Correos (allí estaría el "viejo encorvado..."), y el arco no dice
dónde estaba, pero suponemos que por la alameda andaría…
Les advierto, que no me atrevo a inmiscuirme en las
diferencias entre estos dos señores, por lo que dejo el veredicto a cada uno de
ustedes. Eso sí, para intentar facilitar una salida airosa a los dos caballeros;
es posible que este recorte de prensa, publicado el 20 de septiembre del mismo
año 1887, en el Heraldo Gallego por Don Valentín Lamas Carvajal, termine por
demostrar que ambos tenían razón, para ello habría que considerar el primer
intento, como dice Adrio, hecho desde la ventana del Instituto, como "FALLIDO",
y la segunda, de la que hablaría Don Vicente, desde una ventana del Hospital de
San Roque. Como "EXITOSO
Cosas de nuestra Auria….
Estoy preparando una sorpresa que tiene la obra maestra de Pepe Adrio como protagonista, pero habrá que esperar....