Páginas

viernes, 17 de febrero de 2023

Carmelitas, primeros datos

las Carmelitas - 1879

No sé si os pasa también, que cuando en la cabeza estáis dándole vueltas a algo, se entremezcla otra idea y al final… Os digo esto porque llevo semanas intentando darle forma a un articulo del Entroido Ourensano, y sin embargo la cabeza se me va al carnaval y más concretamente a la primera ocasión que recuerdo haberme disfrazado.  Si, no os asustéis, aunque sea lo mismo, creo que se puede diferenciar perfectamente y aprovechando el idioma queda perfecto: el Entroido es algo muy ourensano, donde se mezclan tradiciones y sentimientos, el Carnaval es menos organizado, más “charramangueiro”, más de mascarita, con perdón de mis admirados, Casiano, Paco Gallego y su inseparable Manolito, Trangallan, Pelis …y el esfuerzo de “Pitas” (Eiroas)  “Frei” (Canedo), etc. que merecidamente se están haciendo un hueco entre los dos conceptos de fiesta….

Como os decía al principio mi intención de hablar del Entroido, se desvaneció; prometo hacerlo otro año. El motivo es que mi primer disfraz, fue sin duda el que más me gusto, hoy estaría mal visto, pero en aquel año 66, figuras como Antonio Chenel “Antoñete”, Miguel Báez “el Litri”, Curro Romero o Julio Aparicio, competían en popularidad con los grandes del balón, y cualquier niño, era feliz, luciendo (nunca mejor dicho) un traje de luces.  Así que hoy voy a pagar la deuda que tengo con “mi colegio”. Estaba pendiente de que aparecieran más imágenes con historia, pero como llegan muy lentamente, al final voy al menos a dejar constancia de sus primeros momentos y algún hito colegial.

   Carmelitas de la Caridad, Carmelitas Vedruna, Carmelitas Santa Teresa de Jesús, son algunos de los nombres que podéis encontrar en los papeles, pero para Ourense son Las Carmelitas.

Buscando en la historia educativa auriense, solamente encuentro un posible competidor para el título de ser el primer colegio femenino de la ciudad, y este sería el colegio de primeras letras donde a duras penas se enseñaba a leer y a contar. Aunque realmente no está clara la posible asistencia de niñas, en aquellos tiempos se pensaba que las niñas no precisaban de mucha educación y conocimiento. Cosas del pasado.

Las Carmelitas nos acompañan desde 1879 convirtiéndose en el decano de los colegios ourensanos, fue un 12 de marzo, cuando se ven cumplidos los deseos del Obispo Cesáreo Rodrigo Rodríguez, quien como nos cuenta el historiador: Miguel Ángel González García en su episcopologio, “la llegada, fue deseada y preparada personalmente por el obispo”, fruto de la devoción de nuestro obispo a la Santa de Ávila. A ese interés del obispo, se unió la generosidad de la familia Temes que les cede el edificio que aún hoy ocupan en la plaza del Corregidor 13.

El primer dato que encuentro se refiere a los trabajos que las hermanas tuvieron que afrontar; es en julio de ese 1879 cuando por medio del constructor José Vidal solicitan permiso para arreglar la fachada del edificio. Y empiezan a planificar el curso que sería el primero… 1880-81?

Varias publicaciones en prensa regional, informaban a las posibles alumnas de que, junto al educativo, existirían servicios de internado y de media pensión; (con la posibilidad de tener matricula gratuita, para niñas que lo necesitaran).

Esta es la oferta y normas del centro: 

Publicado en el boletín eclesiástico de obispado de Tuy en diciembre de 1879

Muchos serán los datos que queden para otra ocasión o trabajos de especialistas, hoy os recordare solo algunos que yo considero de interés para conocer el trabajo de las hermanas.

 En 1926, se deciden a ofrecer un servicio gratuito para las chicas que se dedicaban al servicio doméstico, y que en la mayoría de casos no habían accedido siquiera a una educación básica. En jornadas dominicales de 3 a 5 de la tarde, principalmente se les enseñaba a leer y nociones matemáticas. Tuvo gran aceptación entre las familias ourensanas, y en los años que se pudo organizar (por mis datos el último fue 1933), la matricula pasaba de 100 chicas. En 1933, los cambios sociales y políticos obligaron a que los colegios religiosos se adaptaran a nuevas normas y en carmelitas se creó lo que se llamó Academia “Rosalía de Castro” a fin de que pudieran seguir cursando las niñas de secundaria,  de manera real la academia no dependía de las religiosas sino de la Sociedad Limitada “ATENEA”, la cual había sustituido a todas las religiosas por profesorado seglar; aun cumpliendo todas las exigencias, el 23 de mayo del 1936, por orden gubernativa se cerró el centro, junto con los que quedaban regentados por religiosos: Salesianos, San José (Josefinas) y Sagrado Corazón.  Los trágicos sucesos ocurridos a continuación restaron importancia al problema que esas decisiones supondrían: los colegios seglares existentes en Ourense era totalmente inviable que acogieran a los más de 2000 alumnos que quedaban sin aulas… De hecho, la resolución final fue la de autorizar la reapertura de esos centros con normalidad, el 1 de octubre del 36

Se podrían citar un buen numero de hermanas que desarrollaron una labor ejemplar en nuestra ciudad, pero permitidme que centre la atención en dos mujeres que en diferentes etapas dejaron su huella en el colegio. La primera fue la hermana “Fermina”, de nombre Sor Estefanía Bartos Hernández, llego al colegio en 1912 y desde el primer momento pidió hacerse cargo de la atención a las niñas de matricula gratuita, a las que cuentan atendía como lo haría una madre; eran cada año unas 140 niñas y conocía por el nombre a todas ellas. “Fermina” falleció a los 80 años después de 20 en el colegio y su entierro fue una espectacular muestra de cariño.

Quizás el personaje, que mayor impronta ha dejado en el colegio haya sido Rosa Barciela Campo; desde su llegada en los 80 como profesora de química, y directora no tardó en descubrir la comunidad educativa que lo suyo, era la gestión. Gestión de un colegio que se convertiría en modelo de otros centros; el deporte fue uno de sus pilares y por medio de él Rosa consiguió revolucionar a todo el colegio. Ejerció de directora durante 33 años.

En los sesenta creo recordar a la hermana Josefa primero y la Hermana Milagros después como Madres Superioras

Y no puedo terminar sin citar alumnas del centro, aunque como imaginareis seria una lista interminable de mujeres con méritos más que suficientes, es por ello que he escogido a la que para mí representa mejor los ideales educativos del centro, (supongo que no todos coincidiréis conmigo, pero …).

Blanca Calvo Moraza, fue una de las primeras alumnas del centro, y de allí salió para hacer magisterio, trabajo que alterno con el de escritora y periodista. Se definía como profundamente católica y en el mismo grado defensora de la educación de la mujer como método para su progreso e independencia. No dudo en dar pasos adelante en aquellos tiempos en los que no estaban bien vistos esos cambios: fundo la Escuela Obrera, (1920) y no dudo en aceptar el cargo de concejal en 1925 cuando se le ofreció, para desde ese puesto trabajar en favor de la mujer. (para profundizar en la biografía de esta gran mujer podéis visitar el blog de Rosa Cid. https://mulleresourensas.blogspot.com/2009/03/blanca-calvo.html)

Como de manera habitual me he quedado sin espacio, pero seguramente, si consigo mas material fotográfico retome la historia de “Mi primer colegio” …