La factura del sastre, primeras puntadas
Sería complicado decidir cuál es la profesión mas antigua
del mundo, y aunque existe cierto consenso en asignarle ese titulo a una en
concreto, yo no estoy tan seguro como los historiadores de que eso sea cierto.
Podríamos citar la de cocinero, cazador, carnicero, y
otras muchas entre las que sin duda habría que incluir la de sastre. Estoy seguro de que no todos los neandertales,
tenían la habilidad de fabricarse un taparrabos, y o bien se lo robaban a otro,
o se le pedía a un coetáneo o coetánea más hábil que le confeccionara uno, cierto
que solo sería cuestión de cortar y atar, pero seguro que ya de aquellas habría
“jefes” con poca habilidad….
Dejare ese tema, ya que seguramente crea polémica. Mi
intención hoy es dar unas primeras puntadas a la historia de esta profesión en
nuestra Auria. Los primeros alfayates.
Rebuscando en los viejos papeles sorprende la cantidad de
ocasiones en las que aparece la profesión de sastre como ocupación declarada
por muchos ourensanos, lo mismo que llama la atención la cantidad de veces que
aparece Sastre como apellido, esto delata la existencia de buen número de estos
profesionales en épocas anteriores. Para no alargarme mucho, me quedare en el
XIX que es un siglo “muy próximo”.
No es hasta 1846,
que localice el primer taller en Ourense, era el de Moure, Sastre de Paris quien abría en ese año su taller en el 15 de
la plaza Mayor, la siguiente noticia es de 1851 y habla de una Sastrería
Francesa en la calle del Concejo 11?? (por las fechas tengo dudas
de donde podría ser esta calle), y la tercera sería la de Enrique Rodríguez en Pizarro 1.
Otra prueba del
interés que suscitaba la profesión, es la aparición en librerías, de cabeceras
para el gremio y/o aficionados. La primera y mas longeva, (entre sus
suscriptores llego a contar con la reina Isabel II), fue La Moda Elegante, Ilustrada (1841-1927), aunque en Galicia en
general y en Vigo y Ourense en particular, fueron: El
FIGURIN; periódico de sastres, y La
Elegancia. periódico de modas,
labores, literatura, educación y teatros
(1858), que se distribuían a través de El Miño (el de Vigo) los que alcanzaron mayor fama y difusión. Si
os fijáis se trataba de revistas de moda femenina, las de hombres, aunque las
había, tuvieron una difusión más limitada, si acaso para ver las tendencias en
ropa de gala, porque en el día a día los cambios no iban con las temporadas
como en el vestuario femenino.
Quienes más le
daban a la aguja eran las mujeres, tanto cuando ejercían de modistas para su
clientela, como cuando trabajaban en el taller de un sastre, o incluso cuando,
como era muy frecuente cosían para ellas mismas; quienes más “cache” tuvieron
eran los Sastres. Si acaso en aquellos
primeros años, habría que citar a La señora viuda de Quian, (se establecía en enero de 1890 en Isabel La Católica,
supuestamente en el edificio donde hoy esta el Marcos Valcárcel) y ofrecía sus
servicios tanto al publico femenino como masculino, entre sus propuestas estaba
la realización de trajes de señora en 24 horas, o la confección de uniformes
militares y ropa para sacerdotes. Al poco tiempo se trasladaba a Paz 25 (el
edificio de los Pedrayo en la esquina con San Miguel, el mismo que fue Colegio
Martin Mouriño, Casino, Academia Bóveda…), la señora viuda ostentaba la divisa
de Proveedora de la Real Casa, y eso ayudaba…
El más recordado quizás porque entendió que publicitarse
en prensa era junto al boca a boca, la mejor manera de darse a conocer, fue sin
duda el Sastre José María Rodríguez,
“donde se visten los elegantes”, de él tengo constancia desde al menos el año
1882. Año en el que procedente de
Santiago venia para abrir una sucursal de la Sastrería Salgado, al final,
cambió de planes. Y según mis datos algo tuvo que ver el hecho de que el
seminario viviera una de sus mejores etapas de vocaciones, y confeccionar
sotanas, junto a los uniformes, era una muy buena fuente de ingresos, recordad
que además de los militares, que en Ourense había unos cuantos, había que sumar
Guardias Civiles, Carabineros, Policías y ¡cómo no!, la banda municipal.
A falta de pruebas, quiero especular con que ese exceso
de trabajo para los talleres ourensanos, fuera la razón de que al igual que
J.M. Rodríguez vino para abrir una sucursal Coruñesa, se conocen más casos, la
causa, posiblemente que dar servicio a tanto uniforme no permitía dar buen
servicio a los caballeros “de a pie”, los de traje sin más… y estos tenían que
desplazarse, en muchos casos conocidos un sastre de las grandes casas de Coruña,
Santiago, Tuy, los centros de moda de finales del XIX varias veces al año
montaban su sala en hoteles o pensiones dependiendo de… y tomaban medidas. En
1883 es Antonio Barreiro quien se instalaba
por temporadas en la Fonda de La Peregrina (Calle de la Paz) para tomar medidas
y presentar telas a la clientela de la Sastrería Rey de Santiago de Compostela.
En 1885 sé de La Villa de Paris (de Coruña).
“El
sastre del Posío cosía de balde y ponía el hilo” Adaptación libre de un dicho popular del siglo XVII
con el que se intentaba reflejar que no estaba bien pagada la profesión,
similar a aquel otro que decía” encima de P… poner la cama”
Por ubicación, eran la calle de la Paz y la Plaza del
Hierro las que más oferta concentraban, en algún momento se contabilizan hasta
4 profesionales en la Plaza del Hierro y 3 en la Calle de La Paz, aunque pocas
calles de las conocidas como centro en aquellos tiempos, son las que no
contaron con un sastre en el vecindario.
A modo de recuerdo os citare los nombres de algunos de
estos profesionales de la aguja: Francisco Sánchez, David Bolaño, los hermanos
Escudero, (Emilio y Ramiro), Quíntela, Pereira, Meiriño, Raimundez, eran los
más conocidos en aquel primer cuarto del siglo XX.
Hoy que yo conozca
solo Iglesias en Concordia….
Habrá que seguir dando puntadas en otra ocasión, porque
de momento esta historia solamente esta hilvanada….
En ese otro capítulo prometo contar anécdotas del Sastre
Varela, aquel que una noche de parranda sus “amigos” momificaron y metieron
medio inconsciente en el tren para Madrid….