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sábado, 26 de noviembre de 2022

Avda. de Buenos Aires

Avda. de Buenos aires a la altura del cuartel de la Guardia Civil. Foto propiedad de Benito Garrido

Avenida de Buenos Aires

 Carretera de Trives, de las Mercedes,  a Valdeorras, a Ponferrada....

Hace un tiempo escribí de esta calle, si bien, prácticamente me limité al primer tramo, el hoy llamado Concordia. Después del obligado recuerdo a los cambios de nombre, hoy me dedicare al tramo de la avda. de Buenos Aires.

  Nació como una carretera, y partía desde la mismísima calle del Progreso; en aquellos tiempos, se la conocía como Carretera de Trives para pasar a llamarse del Hospicio después de que en 1854 se inaugurara el Hospicio de Isabel II (donde hoy esta Hacienda), no gustaba ese nombre a los Ourensanos, y siguieron llamándole mayoritariamente de Trives, hasta que en 1913 (2 de noviembre) a petición de los emigrantes en la capital Argentina se descubren las placas que la van a denominar Avda. de Buenos Aires.

 Seguían así unidos los dos viales, sin quedar claro que todo el trazado compartiera el nombre, ni siquiera hacia donde llevaba.... como veis en el titulo se puede encontrar en planos antiguos como dirección a Valdeorras, Ponferrada e incluso había quien le llamaba carretera de las Mercedes...  Vino al final o abade de Beiro “a desfacer o entuerto”; el 16 de septiembre de 1935 (periódico Alborada 17 sep. 1935) se descubre la lapida que da el nombre de Basilio Álvarez a la antigua Avda. de Buenos Aires es en este momento cuando supuestamente se crean las dos calles. El corte, es el cruce con la calle Santo Domingo

El comienzo de la vía, en el 38 pasaría a homenajear al Cap. Eloy González Martin para denominarse Concordia desde noviembre del 2007. Y el otro tramo seria sin cambio desde el 35 Avd. De Buenos Aires.

Casa Cuartel de la Guardia Civil en la Avda., de Buenos Aires y casa de Gulias en el alto. Dibujo del libro “El Arquitecto Daniel Vázquez Gulias” (Caixa Vigo y Ourense)

    Calle utilizada como paseo por los señoritos de la ciudad; al estar sombreada por multitud de arboles lo que hacía muy agradable llegarse hasta el final, donde esperaba el Mesón del Perdigón (en la Rabaza), allí eran frecuentes buenas meriendas, regadas con frescos porrones de cerveza y gaseosa, (costumbre que aun se mantiene en los merenderos de Oira).

No fue de las primeras vías en cubrirse de edificaciones, sino que más bien conservó su aire rural;  hasta hace bien poco, se podían ver grandes extensiones de viñedo, que justificaban  el texto de don Vicente en el que nos recordaba la vista y aroma que ofrecían “las uvas colgadas como perlas ambarinas” en todas las casas de la zona.

Dos fueron los edificios que presidieron la calle durante muchos años, el Asilo de ancianos,  y el Cuartel de la Guardia Civil. Pero a poco que nos fijemos, en la historia de la calle, el nombre de Daniel Vázquez Gulias surge en cada cruce...

Pero vayamos por partes, a mediados del siglo XIX, la calle se convierte en uno de los puntos más seguros de la ciudad, al ubicarse en ella la Casa-cuartel de la Guardia Civil (circa del nº 80 actual). En 1887 se estrena el Asilo de ancianos desamparados, fundado por el Obispo Cesáreo Rodrigo (1875-1895). En 1884 llegaban las Hermanitas de los pobres a la ciudad para poner en marcha el asilo residiendo inicialmente en Hernán Cortes hasta que pudieron inaugurar el edificio (actualmente Plaza de San Antonio y edificios limítrofes). Para la capilla hubo que esperar a que en 1894 se empezaran a recibir donativos de material y dinero  para su construcción; el altar se colocó en 1896.

Algunas buenas casas ya se hicieron en esa época, pero fue en los inicios del s. XX cuando el estudio de Gulias comenzó a recibir constantes encargos de proyectos para la zona.

El primero datado (1908) es la casa de Joaquín Suarez, (KM 161 de la carreta de Ponferrada) que años más tarde (1919) el propio Gulias modificaría dotándola de dos alturas, a partir de ahí cada año aprox. se estrenaba una nueva casa con la firma d Don Daniel; aunque en 1916 fueron tres los afortunados nuevos residentes en viviendas, firma Gulias, todo un lujo.

A pesar de que la calle evolucionaba, hubo que aguardar hasta 1924 para que el alumbrado público permitiera llegar “lucido” desde las Mercedes hasta La Rabaza.

Foto de Gonzalo Belay, en los años 60.A la derecha el Asilo de ancianos. A finales del siglo XIX este tramo también se conocía como carretera de las Mercedes

  Sin entrar en valoraciones, uno tras otro los hermosos chalets fueron cayendo; al principio se hicieron frecuentes remodelaciones, pero llego un momento en que se decidió incrementar las alturas y toda la calle se rehízo; el ultimo en desaparecer si no me equivoco, era el conocido como “Villa Argentina” propiedad del empresario Constantino Añel.

"La Villa Argentina (se llamaba así) estaba en la avd. de Buenos Aires, hacía esquina con Avd. de la Habana y por detrás llegaba hasta al Camino Caneiro. Había flores y gran cantidad de cepas de viñedos, que subían por columnas de hierro y alambres formando largos pasillos en diagonal desde el chalet. El chalet era de color rojo oscuro (ladrillo) con líneas blancas.

... los que vivíamos detrás nunca lo olvidaremos. Su muro posterior era "nuestra portería de fútbol”... hasta que urbanizaron el camino Caneiro."

Descripción hecha por Alfonso Blanco desde Lleida.

Foto obtenida aprox. desde Xan de Novoa, el edificio de seis alturas hoy alberga el Alborada (esquina Habana), en primer término Fajauto y “Villa Argentina” de Añel en sus últimos años. Cayó a finales de los 70

   Tendré que recuperar en el futuro esta calle, porque son muchos los detalles que quedan por contar, desde los juegos que la escasez de trafico permitían en medio de la calle, fútbol, bicicletas, canicas; hasta los muchos negocios que en ella se instalaron: Desde el “multi” negocio de Dacal, que lo mismo era estanco, que bodega, o almacén de harinas, cuando no ultramarinos. O la fabrica de Chocolates del Hijo de Ildefonso Santiago, la academia militar del Capitán Alonso, o el laboratorio farmacéutico del Doctor Vidal, donde elaboraba su fórmula X2.

Mi agradecimiento al amigo Benito Garrido por facilitarme fotografías y datos que me han permitido hacer este articulo.