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sábado, 28 de noviembre de 2020

Ourensan@s Inmortales II. Benito Villamarin "Viva er Beti"

  

Fotografia de la web del Betis F.C.

Benito Villamarin Prieto.

Puga, ToénOurense1917 - Sevilla15 de agosto de 1966

"¡Viva er Beti manque pierda!".

   Entre la gente joven, a pocos les sonara este nombre, y entre los de mi generación, la gran mayoría al preguntarnos por él, diríamos que: “así se llama el estadio del Betis”. 

   Algunos de entre los mayores, nos hablaran de un vecino de Puga, allá en Toen, que en el año 38 siguiendo los pasos de otro de sus hermanos, hizo una escala que se suponía de un par de semanas en Sevilla, antes de saltar “el Charco”, camino de Argentina. Y al que una sevillana “paro” los pies e hizo echar raíces en aquella tierra.

   Comenzó trabajando en el sector de la aceituna gracias a su tío Andrés que ya dirigía una empresa exportadora en Lora del Rio; su espíritu emprendedor y capacidad de trabajo le llevaron a fundar  su propia empresa y con el tiempo se convirtió en un gran empresario, y un gran aficionado al fútbol;  comentan que un día paseando por Heliópolis, dijo "Quiero ser presidente del Betis”; y el año 1955, por fin se decidió a serlo. Muchos de sus amigos y varias altas personalidades de la época que lo conocían y sabían como era su manera de actuar, se lo pidieron sabiendo que para el Betis seria una magnifica opción.

Notas de prensa del partido inaugural del Estadio Benito Villamarin y del partido amistoso entre el Orense y Betis en el estadio del Couto

Los años anteriores habían sido de sufrimiento para los aficionados, (siete años en Tercera), pero habían servido para forjar el mito de una afición capaz de confiar en su equipo a pesar de las adversidades, en esos años se acuño la frase ¡Viva er Beti manque pierda!; y con ella en el 54 se consiguió el ansiado ascenso a Segunda.

   La unión de una afición entregada y un Ourensano emprendedor y laborioso, llevaron al equipo a su puesto natural, la primera división en la temporada 57-58; fueron años en los que hubo de todo, (con Don Benito llego al club el gran Luis del Soldando grandes tardes al club, pero poco después las necesidades económicas aconsejaron su traspaso al Real Madrid) pero lo que queda en el recuerdo son las alegrías y la principal fue que se consiguió la propiedad del estadio para la afición Bética. Se acababa el año 60 cuando la familia verdi blanca decide en agradecimiento al trabajo de don Benito ponerle su nombre al estadio.

La inexplicable costumbre que algunos tienen de retirar honores a quien los merece condujo a que en una desafortunada decisión se decidiera sustituir el nombre del estadio en el año 2000, pero gracias a la memoria de los aficionados béticos y el agradecimiento hacia quien tanto prestigio dio al club consiguieron que en 2010 se repusiera el nombre original. 

    Jamás renegó Villamarin de su Ourense natal y cuentan que mientras vivieron sus padres visitaba la ciudad todos los años. Probablemente esa fuera la causa de que en el año 1959, se celebrara un partido amistoso  aprovechando el desplazamiento del equipo bético a Vigo para enfrentarse en partido de liga al Celta. Don Benito conociendo las penurias económicas del club ourensano no dudo en colaborar para sanear  las cuentas. Y así El martes 17 de Febrero de 1959, el estadio del Couto registro una de las mejores taquillas de la historia; ese día los socios no protestaron por tener que hacer una aportación económica, y los no socios tuvieron que rascarse el bolsillo para poder ver en el Couto a una figura de la talla de Luis Del Sol 

Equipo del Orense que se enfrento al Betis. Entrenador Urquizu; esta temporada 58-59 el Ourense ascendería a 2ª División

   

   Por el Betis jugaron: Domínguez, Portu, Ríos, Oliet; Isidro, Santos; Castaño, Lasa, Vila, Moreira y Del Sol. Y por el Orense: Gato, Rebeca, San Martin, Orban, José Luis, Pastor, Urquizu, Ferradas, Melia, Rivera y Malet.. Al ser amistoso se permitieron cambios y el entrenador orensano quiso dar visibilidad a varios jugadores Senén y Milucho salieron en defensa y Caneda, Gonzalo y Regueira en la delantera.

   El partido termino con un empate a uno, siendo el Ourense quien primero marco, por medio de Urquizu (hijo del entrenador vasco que dirigía el club en ese momento con excelentes resultados),  en el minuto 22, en el 29 empataría Castaño, dejando así el marcador. 1-1. Según las crónicas el partido no fue demasiado vistoso, pero el poder ver a esas figuras en Ourense siempre resultaba interesante.

Para escribir este articulo he contado con la impagable colaboración del amigo PePe Dacoba D.E.P.