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sábado, 21 de noviembre de 2020

El Banco de La Coruña

 Paseo esquina Escaleras de Paz Novoa (foto cedida por J.J. Gil d.e.p.) 

 Aquellos Bancos
     Recuerdo hace años una conversación en la que un amigo me aseguraba que lo más fiable para el dinero, era un Banco, pero no para guardar el dinero, sino para alquilarle el bajo en el que se ubicara.  De aquellas le di la razón, porque eran los 90 y las oficinas bancarias florecían como setas  dejando unos alquileres jugosos a los propietarios, pero…..

        El mundo ha cambiado y uno de los cambios ha sido ese; no seré yo quien lo comente, lo que si me apetece comentar es como eran aquellas oficinas bancarias, porque muchos ya no sabrán lo que eran los “manguitos”, ni un “botones”, ni un “ordenanza”, seguramente incluso  alguno conteste que una máquina de escribir, es un bolígrafo…. Perdón por el mal chiste.

  Hoy recordando la singladura en Auria del Banco de La Coruña recuperare esas historias.

BANCO DE LA CORUÑA,

      Su primera etapa breve y lejana en el tiempo, nos traslada a la ciudad Herculina  un 28 de enero de 1856 cuando por decisión de un grupo empresarial  que velaba por los intereses de la ciudad se crea este banco,  en 1875 por el Decreto Echegaray tuvo que desaparecer, el motivo: “no podía emitir billetes ninguna entidad que no fuera el Banco de España” .

   Sin embargo algunos de esos empresarios y /o sus descendientes decidieron que sería interesante recuperar el proyecto y en lugar de uno, surgieron dos, por un lado el “Crédito Gallego”  y por otro el “Banco de La Coruña” (diciembre de 1917).

 A Ourense no llegó hasta el 1 de junio de 1928, estableciéndose en la calle del Paseo esquina Paz Novoa. Contando desde el primer día con 23 empleados que poco después pasaban de los 50 las categorías iban desde el botones (encargado de los pequeños recados, podían trabajar gracias a un permiso paterno desde los 13 años), hasta el Sr. Director pasando por ordenanzas, cobradores, Aux. de Caja, Aux. Administrativos, Oficiales Segundos, primeros y jefes…. con 17 categorías. Sin olvidar conserjes y telefonistas…   

Lo más llamativo es que al margen de lámparas y flexos, no existía ningún otro aparato eléctrico en la oficina. (Fotografías cedidas por J.J. Gil.)

   Uno de aquellos botones que comenzaba su vida laboral con 17 años era Ricardo Martin Esperanza, “Caito”  quien 20 años después siendo ya apoderado de la entidad lo contrata la Caja de Ahorros Provincial como director (1948) donde estuvo hasta 1974. 

De la relación de puestos de trabajo solo explicar que Botones, ordenanzas, conserjes y telefonistas tenían como principal misión atender al resto de empleados para que estos centraran su atención en los números…, antes de que me olvide la mayoría de estos puestos tenían la categoría de subalternos y la obligación del uso de uniforme, para evitar problemas el propio banco se encargaba de facilitar incluso los zapatos.

   La mecanización de aquellas se limitaba a las viejas máquinas de escribir y alguna sumadora, que permitía abandonar el lápiz, con la que aquellas sumas y restas se reducían. (a pesar de su limitación, para los encargados de esas funciones contables, era objeto de deseo y en ocasiones fuente de discusiones por su uso).  Otra de las labores que se hacían era la REMESA, (letras de cambio que diariamente se tenían que despachar a toda España;  las más “fáciles” eran las que se enviaban a sucursales bancarias, (principalmente el Banco de Bilbao, accionista mayoritario del Coruña), la dificultad se agudizaba al remitirlas a los múltiples corresponsales exclusivos y de comisión que el banco tenía en pueblos remotos, a los que en ocasiones había que ubicar en el mapa, en donde no estaba el Banco de Bilbao . Diariamente unas 200 cartas que exigían un esfuerzo titánico....

La mecanización real comienza a finales de los 60, con las liquidaciones de letras así como el tratamiento de cuentas corrientes. Aparecen las fotocopiadoras, y los copiadores de cartas y telegramas, dejan de existir.  Después los ordenadores con los que……

  Detalle interesante era el de que los sueldos en contra de lo que pueda parecer no eran precisamente altos (en el año 62, 1400pts por 12 pagas, más seis extras de 1200 (en el mundillo se comentaba que esa mejora de las seis extras se debía a las gestiones del antes citado “Caito“ Martin Esperanza, que contaba con la amistad del que había sido ministro Girón de Velasco; al final de ese año se modificó el Convenio de banca y paso a cobrarse 3700 mes más tres pagas,.  Algunos de los empleados (solteros en su mayoría), no eran de la ciudad, se hospedaban en la pensión Casa Rosa (Avda. de buenos aires), y frecuentemente recibían ayuda de casa… aquellos sueldos no daban para ….

En 1955 se inaugura la urbana de Puente Canedo y a finales de los 60 se abren sucursales en Carballiño, Xinzo, Celanova y Ribadavia.

  En 1962 (10-09), se inaugura la nueva oficina en la esquina de concordia con Paseo, (antigua Chevrolet), recuerdan los empleados hacer el traslado a pie con carpetas y “aperos de trabajo”, el sábado anterior a la apertura ,por la calle del Paseo, llamando la atención.  

El 17 de noviembre de 1970, se acaban de cumplir 50 años  es absorbido por el Banco de Bilbao, después fue la fusión con el Vizcaya y desde enero del 2000 la herencia del banco de La  Coruña es el BBVA

BANCORUÑA Empleados: Agustín Perianes Rodríguez  - Alfredo Luis Rodríguez Martínez -  Amador Rego Villar-Amor Ángel López Montesinos - Antonio Quintas Gil - Delmiro Álvarez García - Enrique Rodríguez Álvarez

Mi agradecimiento al amigo Amador Rego Villar –Amor  por confiarme parte de sus recuerdos…