Jóvenes ourensanas
dispuestas a prestar servicio en una recién nacida, Cruz Roja (Vida Gallega
1921)
Ourense años 20
Varias son las imágenes que se nos vienen a la cabeza cuando nos referimos a los años 20, por un lado aquel vivaz Charleston y por otro aquel triste pero apasionante Chicago de Al Capone. Cierto es que de aquella década permanecen muchos más personajes e ideas, Charlot, Coco Chanel, la Bauhaus…, pero ¿se identificaba nuestra ciudad con estos iconos??. Revisando viejos periódicos, te das cuenta de que España en esos momentos estaba en otra historia, nuestra neutralidad en la 1ª guerra Mundial podría haber sido motivo de impulso para nuestra economía pero de nuevo se perdió la oportunidad mientras nuestros políticos daban lugar a situaciones esperpénticas, en las que aparecían bajo el manto de cada supuesta ideología, liberales, conservadores, republicanos etc. multitud de agrupaciones, cuya única justificación era la de alimentar el ego de quien se constituía como líder; como resultado vivimos otra euforia constructiva, pero una muy escasa planificación industrial que permitiera otear un prometedor futuro. Llama la atención que lo que si cuajó fue lo de Al Capone, aunque con variaciones a la española; aquí sufrimos lo que se llamó el pistolerismo: empresarios que contrataban a pistoleros para amedrentar a los negociadores sindicales, y organizaciones de obreros que contrataban a pistoleros para amenazar a los empresarios. (Barcelona, se llevaba la palma, pero Bilbao Zaragoza y en menor medida Madrid también sufrieron esa situación.
El paseo dominical
en los 20. (Foto archivo Santiago Mosquera)
Ourense vivió muy de cerca en esos tiempos el
conflicto africano. Las primeras bajas las habíamos sufrido a comienzos de la
década anterior, cuando las tropas del Regimiento Ceriñola acuarteladas en
nuestra ciudad fueron enviadas a defender las posiciones españolas en lo que
fue el inicio de la guerra del Rif, allí muchos ourensanos de reemplazo
derramaron su sangre. Terminados esos primeros enfrentamientos y con una tensa
calma, los regimientos se quedaron en la zona y con ellos muchos ourensanos.
Llegamos así a uno de los momentos más dolorosos de ese enfrentamiento, el que
se produjo en 1921 “el Desastre de Annual” (julio del 21).
Si la mayoría de ourensanos habían
retornado a casa, Annual requirió el envío de nuevas tropas siendo batallones
con contingentes ourensanos algunos de los elegidos, (Zamora, Isabel La
Católica…). Consta le presencia de ourensanos en los altos de Beni Hozmar (loma
Arapiles, conocida también como la
“fortaleza Portuguesa” y el Mogote), y
en el fortín de Dar Murcia (Dar Drius) sobre el Kert. De hecho como ya sabéis en la ciudad llegamos
a tener nuestro propio Gurugú, en los “altos de la Carballeira”. Temer por la
vida de nuestros paisanos y en ocasiones sufrir su pérdida facilito que Ourense entero se volcara en la
organización de rastrillos solidarios,
talleres de costura, y como no, cualquier método que se pudiera ocurrir para
recaudar fondos que permitieran ayudar a las tropas a sobrellevar sus penurias.
Incluso como veis en la imagen que os facilito las chicas ourensanas se unieron
a la Cruz Roja.
Pero
ya que les llaman “felices 20”, dejemos las tragedias atrás.
Fue este
un periodo de gran importancia en lo deportivo, comenzaba el año 1920 con la
desaparición del Orense Foot-ball Club, que dejaba a la ciudad sin competición
oficial durante tres largas temporadas, en 1923 renace el club y brinda a los
ourensanos una de sus mejores etapas. Tal era la afición en aquellos momentos
que en 1927 el Numancia decide dar el salto al profesionalismo transformándose
en el Burgas F.C. para lo cual se construyó el primer campo que existió en el
Couto, (próximo al actual pero sin relación alguna). Más de cuarenta equipos de aficionados se
conocen de aquellos años, Triunfo, Rápido, Charleston, Blanco y Negro…. Al futbol le intentaba hacer sombra
aunque sin mucho éxito en nuestra Auria, el boxeo, los jóvenes le ponían
empeño, pero dar el salto al profesionalismo no era tarea fácil desde una
provincia como la nuestra, (que poco hemos cambiado), finalmente en la década
fueron tres nuestros mejores representantes, Raúl Rod, Carpanta y Carreras,
pero en su estela hubo varias decenas de jóvenes que con el cartel de
aficionados llenaban el Coliseo Xesteira, o el campo Loña las noches de
combate.
En 1922 comenzaba su
andadura en la ciudad el fotógrafo alemán Ernesto Schreck Schültz dando origen
a una saga de profesionales que aun hoy continúa al servicio de los ourensanos
En lo cultural sin duda es la aparición de
la revista Nòs lo más
significativo de la década, con ella Ourense se situaba a la vanguardia de la
cultura Gallega. Pero no fue la única cabecera: Raza y posteriormente La
Zarpa (de Basilio Álvarez), La
Billarda, El Heraldo Orensano y un buen número de diarios en las villas
le acompañaron, fue probablemente la mejor época para la prensa.
Don Ramón
Otero Pedrayo tuvo una de sus etapas más prolíficas, publicando entre otros, la
imprescindible Guía de Galicia en
el 26 y Os Camiños da vida en
1928
Pero quizás el legado más importante de esta
década sea el de nuevos edificios que surgieron en Auria.
La plaza
de Abastos, en 1927 comienza a crecer en el solar cercano a las
Burgas. La ampliación de la cárcel
provincial era otra de las demandas, y aunque hubo que levantar una de
forma provisional, para alojar a los “Residentes”, finalmente en abril del 30
se abrió la de Progreso. Muy cerca, un
año antes (mayo del 29) se inauguró la Casa
del Pueblo en las cercanías del Posío, abandonaban así el vetusto
aunque histórico edificio de la “Casa de María Andrea”. Por fin en el 27
desaparecía el ruinoso Hospital de San Roque en la alameda,
(años antes ya había perdido parte de su estructura, la portada se había
trasladado a la entrada de la iglesia de La Trinidad). En los “barrios”
comienza la década con el estreno en Canedo, (aún era independiente) de la
iglesia parroquial de Santiago das Caldas, en el Couto se terminan las
obras del complejo del Santo Ángel (iniciativa de Doña Angelita
Varela) y en San Francisco ven como se
marcha la iglesia del convento hacia
el parque de San Lázaro.
Cárcel provisional
mientras se rehabilitaba la de progreso (Revista Vida Gallega noviembre 1928)
Poco
espacio tengo para dar cabida a todo lo que necesitaría contar de esta década
que sin ser prodigiosa, sique dejo una clara marca en la ciudad. Cien años
después muchos de sus legados siguen vigentes Nós…………………