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viernes, 12 de junio de 2020

Ourense años 20


Jóvenes ourensanas dispuestas a prestar servicio en una recién nacida, Cruz Roja (Vida Gallega 1921)

Ourense años 20
      
    Varias son las imágenes que se nos vienen a la cabeza cuando nos referimos a los años 20, por un lado aquel vivaz Charleston y por otro aquel triste pero apasionante Chicago de Al Capone. Cierto es que de aquella década permanecen muchos más personajes e ideas, Charlot, Coco Chanel, la Bauhaus…, pero ¿se identificaba nuestra ciudad con estos iconos??.  Revisando viejos periódicos, te das cuenta de que España en esos momentos estaba en otra historia, nuestra neutralidad en la 1ª guerra Mundial podría haber sido motivo de impulso para nuestra economía pero  de nuevo se perdió la oportunidad mientras nuestros políticos daban lugar a situaciones esperpénticas, en las que aparecían bajo el manto de cada supuesta ideología, liberales, conservadores, republicanos etc. multitud de agrupaciones, cuya única justificación era la de alimentar el ego de quien se constituía como líder; como resultado vivimos otra euforia constructiva, pero una muy escasa planificación industrial que permitiera otear un prometedor futuro. Llama la atención que lo que si cuajó fue lo de Al Capone, aunque con variaciones a la española; aquí sufrimos lo que se llamó el pistolerismo: empresarios que contrataban a pistoleros para amedrentar a los negociadores sindicales, y organizaciones de obreros que contrataban a pistoleros para amenazar a los empresarios. (Barcelona, se llevaba la palma, pero Bilbao Zaragoza y en menor medida Madrid también sufrieron esa situación.
    
  

El paseo dominical en los 20. (Foto archivo Santiago Mosquera)

Ourense vivió muy de cerca en esos tiempos el conflicto africano. Las primeras bajas las habíamos sufrido a comienzos de la década anterior, cuando las tropas del Regimiento Ceriñola acuarteladas en nuestra ciudad fueron enviadas a defender las posiciones españolas en lo que fue el inicio de la guerra del Rif, allí muchos ourensanos de reemplazo derramaron su sangre. Terminados esos primeros enfrentamientos y con una tensa calma, los regimientos se quedaron en la zona y con ellos muchos ourensanos. Llegamos así a uno de los momentos más dolorosos de ese enfrentamiento, el que se produjo en 1921 “el Desastre de Annual” (julio del 21). 

            Si la mayoría de ourensanos habían retornado a casa, Annual requirió el envío de nuevas tropas siendo batallones con contingentes ourensanos algunos de los elegidos, (Zamora, Isabel La Católica…). Consta le presencia de ourensanos en los altos de Beni Hozmar (loma Arapiles, conocida  también como la “fortaleza Portuguesa” y el Mogote),  y en el fortín de Dar Murcia (Dar Drius) sobre el Kert.  De hecho como ya sabéis en la ciudad llegamos a tener nuestro propio Gurugú, en los “altos de la Carballeira”. Temer por la vida de nuestros paisanos y en ocasiones sufrir su pérdida  facilito que Ourense entero se volcara en la organización de  rastrillos solidarios, talleres de costura, y como no, cualquier método que se pudiera ocurrir para recaudar fondos que permitieran ayudar a las tropas a sobrellevar sus penurias. Incluso como veis en la imagen que os facilito las chicas ourensanas se unieron a la Cruz Roja.
      Pero ya que les llaman “felices 20”, dejemos las tragedias atrás.
 Fue este un periodo de gran importancia en lo deportivo, comenzaba el año 1920 con la desaparición del Orense Foot-ball Club, que dejaba a la ciudad sin competición oficial durante tres largas temporadas, en 1923 renace el club y brinda a los ourensanos una de sus mejores etapas. Tal era la afición en aquellos momentos que en 1927 el Numancia decide dar el salto al profesionalismo transformándose en el Burgas F.C. para lo cual se construyó el primer campo que existió en el Couto, (próximo al actual pero sin relación alguna).  Más de cuarenta equipos de aficionados se conocen de aquellos años, Triunfo, Rápido, Charleston, Blanco y Negro….  Al futbol le intentaba hacer sombra aunque sin mucho éxito en nuestra Auria, el boxeo, los jóvenes le ponían empeño, pero dar el salto al profesionalismo no era tarea fácil desde una provincia como la nuestra, (que poco hemos cambiado), finalmente en la década fueron tres nuestros mejores representantes, Raúl Rod, Carpanta y Carreras, pero en su estela hubo varias decenas de jóvenes que con el cartel de aficionados llenaban el Coliseo Xesteira, o el campo Loña las noches de combate.

En 1922 comenzaba su andadura en la ciudad el fotógrafo alemán Ernesto Schreck Schültz dando origen a una saga de profesionales que aun hoy continúa al servicio de los ourensanos

    En lo cultural sin duda es la aparición de la revista Nòs lo más significativo de la década, con ella Ourense se situaba a la vanguardia de la cultura Gallega. Pero no fue la única cabecera: Raza y posteriormente La Zarpa (de Basilio Álvarez), La Billarda, El Heraldo Orensano y un buen número de diarios en las villas le acompañaron, fue probablemente la mejor época para la prensa.
 Don Ramón Otero Pedrayo tuvo una de sus etapas más prolíficas, publicando entre otros, la imprescindible Guía de Galicia en el 26 y Os Camiños da vida en 1928
   Pero quizás el legado más importante de esta década sea el de nuevos edificios que surgieron en Auria. La plaza de Abastos, en 1927 comienza a crecer en el solar cercano a las Burgas. La ampliación de la  cárcel provincial era otra de las demandas, y aunque hubo que levantar una de forma provisional, para alojar a los “Residentes”, finalmente en abril del 30 se abrió la de Progreso.  Muy cerca, un año antes (mayo del 29) se  inauguró la Casa del Pueblo en las cercanías del Posío, abandonaban así el vetusto aunque histórico edificio de la “Casa de María Andrea”. Por fin en el 27 desaparecía el ruinoso Hospital de San Roque en la alameda, (años antes ya había perdido parte de su estructura, la portada se había trasladado a la entrada de la iglesia de La Trinidad). En los “barrios” comienza la década con el estreno en Canedo, (aún era independiente) de la iglesia parroquial de Santiago das Caldas, en el Couto se terminan las obras del complejo del Santo Ángel (iniciativa de Doña Angelita Varela)  y en San Francisco ven como se marcha la iglesia del convento hacia el parque de San Lázaro.


Cárcel provisional mientras se rehabilitaba la de progreso (Revista Vida Gallega noviembre 1928)




Poco espacio tengo para dar cabida a todo lo que necesitaría contar de esta década que sin ser prodigiosa, sique dejo una clara marca en la ciudad. Cien años después muchos de sus legados siguen vigentes Nós…………………