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viernes, 29 de mayo de 2020

Vista del 63

Ourense Vista del 63???
Las vistas son probablemente una de los mejores legados del estudio pacheco a la historia de la ciudad, el hecho de haber tenido la idea de obtener varias a lo largo del tiempo permiten ver la evolución de nuestra Auria.En esta ocasión la vista esta perfectamente dividida en zonas.

El Couto
   En el 65, Cuatro elementos identificaban el barrio. El estadio (no se ve por poco), el Santuario de Fátima, el complejo del Santo Ángel, y las instalaciones de la fundición Malingre, aunque a estas últimas y su espectacular chimenea industrial, poco tiempo les quedaba.
    En primer término podéis ver precisamente los jardines y el depósito de agua que tenían los Malingre en su casa. Y llaman la atención dos detalles; uno  es que ningún edificio en el barrio podía presumir de aquellas de ser más alto que el recién estrenado campanario de Fátima. Y la otra la gran cantidad de puntos verdes que había de aquellas, pequeños huertos y jardines además de árboles en las calles y caminos.
   La calle Ervedelo estaba ya prácticamente construida, de hecho a partir de esa época, comenzaron a caer los antiguos edificios de una o dos alturas y empezaron a aparecer los nuevos con un  mínimo de cuatro; la Remedios aun tenía solares libres, la Greco era solo un camino, al igual  que Murillo y Velázquez que como me dice el amigo Espada era de tierra.  Dalí  ni siquiera estaba en proyecto.  Los ramales a la izquierda de Ervedelo, Monseñor José Álvarez, Vila Real y Zurbarán, tenían números en vez de nombres, (la 60…).  Algunos ourensanos habían escogido el barrio para vivir alejados del ruido del centro urbano, y para eso se construyeron chalets que permitían una vida cómoda y descansada, Don Marcelo Macías y  Jesús  Soria, los más recordados, pero no los únicos, quien no recuerda el llamativo Casal do Couto, con sus hiedras, y la gran finca que había al final de Ervedelo que en su interior tenía una piscina hecha de piedra??.
    De todas formas no penséis que el Couto era un pequeño barrio, en los sesenta ya se había abierto su tercera farmacia, (la de Rosario Olano, vino a complementar las de Gasalla y Matilde Sánchez), tiendas de ultramarinos ya había unas cuantas, eso sí regidas por los que fueron padres y abuelos de “coutinos” aun hoy queridos y respetados,  Charo (zapatillas), Pilocha y Lela Rial, María Esther, ¡anda!!! me olvidaba, recordáis la lechería enfrente de Fátima, (después paso a la pequeña calle peatonal al lado del Santuario); ah y el Claudio kiosco, librería, donde se cambiaban tebeos y novelas, (hace pocos días que se nos fue Claudio D.E.P.), grandes personas. Imposible recoger toda la historia de este gran barrio en tan pocas líneas. El  vecino Canedo, también mostraba “mucho campo”, que placer para los constructores, pero allí se divisan su oficina de correos, y lo que creo que era el cuartel de la guardia civil.

El Centro
    Antes de nada, aclarar que lo de Centro, es algo que no necesariamente denomina a esta zona de la ciudad, se podría discutir mucho sobre lo que sería centro histórico (que sin duda es el triángulo Burgas- Trinidad- Museo Arqueológico), centro administrativo, que era la zona de plaza Mayor, alameda, y actual diputación; poco a poco y desde los años cuarenta de manera acelerada es cierto que se fue desplazando hacia el parque de San Lázaro, en cuyo entorno hoy sí que están la mayoría de edificios administrativos de la ciudad. A mí me gusta decir que con una ciudad tan pequeña y bella como la nuestra, todo es centro.
   Dicho esto veamos la foto, que ciertamente precisa poca explicación, si acaso fijarse en que al estilo de los noventa, las obras florecían en la ciudad, la torre comenzaba a emerger en el Sky Line (que fino queda……), otra discreta torre aparecía en los aledaños de Maristas, que por cierto a pesar de haber comenzado su andadura en las instalaciones de Bedoya en el 58, por estos años aun debían estar rematando detalles del edificio.
   La cúpula del añorado Roma, se mostraba inconfundible en los tejados de Progreso, aunque en su cercanía ya aparecía otra torre, la que fue la primera en la ciudad, (en frente del edificio Cultural de la diputación “Marcos Valcárcel”, el que fue primer edificio con 11 plantas y sótano no aparece en la foto de hoy, tendréis que esperar a la de mañana para verlo).
   En primer plano Doctor Fleming comenzaba a tomar su aspecto definitivo, pero la parte más cercana a Ervedelo, aun mostraba el fenomenal muro que se hizo necesario para salvar el desnivel del Barbaña, (eso sí permitió a los constructores ganar unas cuantas alturas disimuladas posteriormente), el puente en el que remataba Doctor Fleming aún era con arco redondo, puede que menos funcional que el actual, pero bastante más hermoso. Un poco más arriba la apertura de la “diagonal”, Juan XXIII ya era una realidad, y se hizo aún más fácil llegar al Parque desde Progreso.
Al fondo podemos ver lo que fue el nacimiento de un barrio nuevo San Francisco.