Ourense en Carnaval
Cien años de Mascaritas,
Otro carnaval se
nos viene encima y Ourense entero se prepara para disfrutar de estos días de
“pasión”.
Entre Cigarrones, Felos, Frailes, Pantallas, Peliqueiros, Pitas y
demás personajes carnavaleros de la provincia, me vais a permitir que yo siga
defendiendo al personaje que para mí representa la esencia del carnaval: la
mascarita. Para convertirse en una de ellas, solo se precisan ganas de
divertirse y unos cuantos retoques estéticos, de ser posible con cambio de sexo
incluido.
En el “álbum de fotos
que hoy os propongo se puede descubrir la variedad de estilos que en estas
fechas salen a la calle. En 1902 una amiga del cronista Fernández Alonso
se retrataba con su galgo y enviaba esta fotografía para ofrecer su amor,
creemos que don Benito decidió renunciar a tal honor, para no desbaratar el
bigote de la dama. Las décadas siguientes 10´s, 20´s fueron de
una relativa tranquilidad en la fiesta, y la mayoría de las imágenes que he
conseguido son de los bailes infantiles que se celebraban en el Liceo
Ourensano.
Fue en los 30´s
cuando la fiesta comenzó a ganar fama de transgresora y las autoridades por
miedo a desmanes le fueron poniendo trabas hasta prohibirla; las sociedades
consiguieron con muchas dificultades mantener los bailes, pero el uso de
caretas y mascaras quedaron limitados al interior de los locales, al tiempo que
se prohibían de forma radical los disfraces relativos al ejercito y clero. Es a
mediados de los 40´s cuando comienza a rebrotar la fiesta gracias a
personajes como el Marrón que como se “disfrazaba” siempre que le apetecía, ya
no era raro verlo en esas fechas paseando a bordo de la calesa del Patillas con
su Piedad vestida de andaluza. Los 50´s fueron de transición pero poco a
poco fueron allanando el camino para que el carnaval resurgiera con más
esplendor si cabe. Y a partir de los 60´s ya con aires de apertura fue
cuando salieron a la luz los auténticos reyes del carnaval, Trangallan, Marcial
Feijoo, Daniel Bouzo, Paco Muguerza. Ellos encarnan el autentico espíritu de
esta fiesta gansas de divertirse sanamente, y porque no decirlo “poca
vergüenza”. El `paso siguiente es el que nos lleva al a actualidad, los grandes
Paco Gallego, Casiano, Pelis, Miro Cerredelo…...
Puestos a recuperar tradiciones y personajes, aquí tenemos quizás al más popular, que en diferentes versiones aprovechan los días de carnaval para dejarse ver por la ciudad, Tened cuidado porque debajo de su sensual aspecto, al igual que esos huevos de chocolate tan de moda en los últimos años, traen sorpresa. En los anales del carnaval Ourensano, pocos recuerdan ya, la historia de esta bella dama de la aristocracia Ourensana:
Dama piadosa y de belleza “exclusiva”, a la
foto me remito. Toda su vida (en tiempos de Luis XIV) residió, en la hoy
conocida por Calle de San Miguel. Calle empinada famosa por la
existencia antiguamente de varias pescaderías que le dieron sus primeros
nombres Pixotaria y Pescadería, (una es traducción de otra).
Dicen las malas lenguas
que el marquesado adquirió el nombre a raíz de la preocupante desaparición de
estos simpáticos felinos y la coincidencia de que al menos tres veces a la
semana se degustara “conejo” en el pazo, posteriormente se paso a dos y poco a
poco se llego a lo habitual de una vez al año......, a pesar de esas
costumbres, la historia nos habla de que por causas desconocidas y por más que
su belleza era un buen reclamo, la dama no conoció barón y se dedico a la
bebida; así es como año tras año en las fechas del carnaval su espíritu o algún
descendiente recorren los locales de la Calle San Miguel disfrazados
intentando encontrar marido.
El Pingallo, Monterrey, San Miguel o cualquiera de los buenos negocios que allí se hayan son los reductos donde se la puede encontrar en busca de consuelo. Ella ahora en su tristeza, ni siquiera bebe, (cosas de la edad) pero si me veis en su compañía yo acepto vuestras invitaciones y seguramente los numerosos miembros de su sequito darán buena cuenta de las libaciones.
El Pingallo, Monterrey, San Miguel o cualquiera de los buenos negocios que allí se hayan son los reductos donde se la puede encontrar en busca de consuelo. Ella ahora en su tristeza, ni siquiera bebe, (cosas de la edad) pero si me veis en su compañía yo acepto vuestras invitaciones y seguramente los numerosos miembros de su sequito darán buena cuenta de las libaciones.
1902. – Biblioteca Diputación Ourense Fondo Benito F.A, 1912.
– Colección personal, 1927. – Santiago Mosquera, 1935. –
Etnolóxico de Ribadavia fondo Guedes Pacheco, 1945. – Natalia Vázquez,
1952.
– Colección personal, 1961.- Marcial Feijoo, 1973. – Daniel
Bouzo, 1980. – Edelmiro M Cerredelo “Miro”, 1996. – José Luis
Osorio “Pelis