Hoy "aun" no es Santos inocentes, pero si, voy a emplear esta inocentada del gran Augusto para ilustrar la historia que os contare hoy. |
Ourense Puerto de mar
Pocos son los datos que tenemos de las incursiones vikingas
en nuestra Auria, se sabe que pasaron por aquí lo mismo que otros muchos
pueblos, y ya que estaban, se entretenían en arrasar todo lo que los antiguos
Ourensanos habían levantado. Romanos, Suevos, Musulmanes, franceses, ingleses,
pocos se preocuparon de dejar en nuestra Auria signos de su paso, los romanos
si acaso…
Pero dejemos el tema de los destrozos y vayamos al tema de
hoy. Comencé con el recuerdo a los vikingos, porque está reconocido que en
tiempo remotos con sus drakares remontaron el Miño llegando al menos hasta Ribas
de Sil (año 1014), su líder Olaf Haraldsson, fue rey de Noruega, llego a ser
canonizado y hoy se le recuerda como San Olaf, no se que opinaran nuestros
antepasados de este “Santo”…….. Su “hazaña” más recordada fue la destrucción de
la ciudad de Tuy. Hoy ese viaje por el
Miño sería impensable por la existencia de los embalses que pueblan nuestro
Miño; de aquellas seguramente no fue sencillo, pero si fue posible. Y hubiera
sido más sencillo de prosperar los proyectos que existieron para conseguir que
el Miño fuera navegable.
Dos fueron estos
proyectos, los trabajos preliminares apuntaban la necesidad de dar salida a
nuestra provincia al mar, ¡cómo no!, por cuestiones comerciales, pero como
siempre los costes y falta de ganas de los que mandaban dejaron en el olvido
estos proyectos. El argumento principal era el de conseguir que los excelentes
caldos del Ribeiro y los hoy desconocidos de Ovrens. (os he mostrado imágenes
que permitían ver la existencia de viñas en toda la ciudad, incluso los solares
de la calle del Paseo fueron en tiempos viñas de producción vinícola, de hecho
el vino de fama y calidad fue primero el de Ourense que el de Ribadavia).
Fue a partir del
siglo XIV cuando los productores del “Ribero”, que habían conseguido mejorar la
calidad y aprovechando sus recursos, aumentado la cantidad, comienzan a
exportar a toda Europa; encontrándose el serio problema de hacer llegar la
producción al mar por las vías que existían. Quizás fijándose en las técnicas
de los hermanos portugueses en la zona de Oporto, se pensó en la posibilidad de
conducir en barcazas por el Miño la producción.
Antonio Sánchez Vaamonde 1787 |
Sabemos que en el siglo XVIII (1787) Don Pedro Antonio Sánchez
Vaamonde, uno de los mayores exponentes de la ilustración en Galicia presento
un proyecto para conseguir la navegabilidad desde Ribadavia hasta Tuy Representación al inmortal Rey D. Carlos III
sobre la navegación del Miño.
Esta es parte de la argumentación del Ilustrado:
…./….Una empresa por medio de la cual se consiguiese el conducir por
agua los vinos del Ribero hasta el mar, y llevados a muy poco coste a todos los
puertos y pueblos más numerosos del Reino, podrían ser vendidos allí a precios
cómodos. Los vinos de aquellos países, no pudiendo sufrir la concurrencia,
serían abandonados por sus dueños, que arrancando las cepas y convirtiendo los
viñedos en tierra de granos, traerían la abundancia al Ribero, y con ello a la
comodidad del precio. Asimismo, los naturales del Ribero asegurados del buen
despacho de sus vinos, aún en los años de mayor cosecha, se esmerarían en
cultivar sus tierras. La ganancia les empeñaría en descuajar las incultivadas y
plantarlas de viñedos, la riqueza y la abundancia en mejorar sus castas. Esta
empresa, Señor, es sin duda la de hacer navegable el río Miño desde su
desembocadura en el mar hasta la Ciudad de Orense, o a lo menos hasta la villa
de Ribadavia…../….
Francisco Coello 1835 |
Cierto es que ya da por probable que otras zonas que
comenzaban a plantar viñedos, decaerían por su escasa producción en comparación
con la Ourensana, pero estas por ubicación y población ya se le suponía mas
opción de desarrollo. Seguramente echaríamos de menos ciertos caldos de denominación
pontevedresa, Albariño, Rosal, pero….
Años después (1835)
el ingeniero Francisco Coello en su Proyecto de las líneas generales de
navegación y Ferrocarriles de la Península Española, retomaba la idea y llegaba
a cifrar en 15 millones de reales el coste total de la obra, indicando que la
obra debería llegar hasta la unión del Miño con el Sil. La justificación
nuevamente era el beneficioso desarrollo que recaería en esta zona de la
Galicia interior. De nuevo el proyecto cayó en saco roto; quizás las
autoridades estaban en esos momentos más preocupados de desarrollar zonas menos
habitadas del Este peninsular que fomentar la mejor calidad de vida de la de
aquellas poblada Galicia. A título
anecdótico pero no sin cierta lógica, Coello ya sugiere un cambio de jerarquía
entre Miño y Sil, aludiendo al mayor caudal de este. El dicho popular: El Sil
lleva el agua y el Miño la fama, “ya
flotaba” en el ambiente.
|